Con candelilla luchan contra degradación de tierra en Coyame

Con temperaturas extremas de 43 grados en verano y -10 en el invierno, fueron las condiciones en que las personas que son dueñas de terrenos áridos en el municipio de Coyame del Sotol, Chihuahua, establecieron 320 mil plantas de candelilla.

Su objetivo fue proteger y conservar el suelo fértil, tan escaso en las zonas áridas y semiáridas, y que por eso son altamente vulnerables a la desertificación, un fenómeno que ocurre cuando la tierra se degrada tanto que ya no es posible que crezca nada en ella.

La candelilla es una planta que crece en áreas de matorral xerófilo y alturas sobre el nivel del mar de los 800 y 1200 metros, se desarrolla en los climas desérticos y para protegerse de la intensidad del sol, produce una cera que la ayuda a soportar las condiciones más adversas de su hábitat. Es decir, está altamente evolucionada.

No solo eso, esta cera que produce la candelilla es sumamente valiosa para el ser humano, de ella se hacen cosméticos, velas, cremas corporales, ceras abrillantadoras y que e incluso se exporta por su calidad y resistencia.

Con apoyo de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) se comenzaron con los trabajos para la recuperación de 400 hectáreas de suelo durante el 2018.

Las personas de los ejidos de La Paz de México, Cuesta de Muñiz, Coyame, Francisco Portillo, Pacheco, San Pedro y los propietarios de otros dos predios particulares  se han dedicado a la realización de obras de suelo y reforestación de sus terrenos con el objetivo de  mantener  el equilibrio ecológico de la región,  evitar la erosión, degradación y  pérdida de suelo.

No solo reforestaron, también hicieron actividades para tratamiento del suelo: fabricaron bordos combinados con curvas de nivel, que consisten en líneas de tierra acomodada a determinada distancia y altura para mejorar la captación del agua cuando llueve.

Una vez concluidas las obras de suelo,  hicieron la reforestación de la Candelilla, 800 matas por hectárea y para asegurar su establecimiento aplicaron  riegos de auxilio, llevando agua planta por planta.

Actualmente, un año después de haber comenzado su labor para recuperación del suelo, los ejidatarios reportaron una sobrevivencia de la planta  superior al 80 por ciento,  la que no logró establecerse será repuesta para aumentar la cobertura forestal de acuerdo a lo planeado.

Cada 17 de junio desde 1994 se celebra el Día Mundial de Lucha contra Desertificación. El objetivo es detener la degradación de la tierra, sobre todo en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas.

Esta degradación es principalmente por actividades del ser humano y los cambios climáticos.

Provoca pobreza y migración, además de que se dejan de producir especies vegetales elementales para el ser humano.

Por estas razones, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hace un llamado a todas las personas para que juntos construyamos el futuro, asegurando la salud de la tierra en la que vivimos.

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