TAN desgastado estuvo el tema de la golondrina y su príncipe que hasta a los medios les pusieron bastantes condiciones para poder dar cobertura, después de reconocer “el importante papel que ustedes como medios y compañer@s de la fuente desempeñan” por lo que los invitaron a la primera función como espectadores, pero dejando en claro era será “la única que contará con espacio destinado para los medios de comunicación”. Además, solo se podrá tomar fotografías en el primer número, no habrá espacio especial para colocación de tripiés, ni equipos voluminosos, no podrán sobrevolar drones, ni está permitido realizar transmisiones en vivo en ningún momento del espectáculo según dicen “por derechos de autor”, lo que hace pensar que a pesar de la millonada pagada a la empresa, ahora tampoco Alberto Espino pagó por los derechos de los textos de Oscar Wilde, sobre los que se basa la obra que se presentará esta noche, como cuando en 1995 el mismo Alberto Espino fue demandado nada menos que por Disney por haber montado “La bella y la bestia” sin obtener antes los derechos autorales, y fue defendido por el propio gobernador de aquel entonces, el panista Francisco Barrio. Vaya, vaya.
ASÍ mismo los accesos para vehículos a la clínica 33 del IMSS, ubicada en la Avenida Ocampo, fueron cerrados por la policía desde ayer, un día antes de que se ponga en escena la obra La Golondrina y su Príncipe.
Se ha estado reportando que los derechohabientes que tienen cita o que van a una urgencia a la clínica o no se les permite el acceso o batallan para entrar.
Lo mismo ocurre con los trabajadores de la clínica.
Fue desde temprana hora, con patrullas de la Municipal y de vialidad, montaron un operativo en las calles cercanas a El Palomar, para tener custodiada el escenario donde se presentará la obra.
De por sí se batalla para encontrar estacionamiento, en un día normal, donde el los estacionamientos está abiertos, ahora con es el acabose..
DESPUÉS de tanta polémica, acusaciones y rechazo se llegó al fin la noche del golondrinazo, no sin antes haber dejado huella de ello también en el tema policíaco, ya que algunos agentes se dieron a la tarea de detener a jóvenes que la noche del martes andaban repartiendo volantes sobre algunos datos de la obra con una imagen siniestra de la gobernadora Maru Campos, a la que acusan de “asesina del arte y la cultura”. Además, tanto agentes como empleados del gubernamentales fueron enviados a “peinar” la zona Centro para arrancar cualquier volante que se hubiera pegado avisando sobre el gasto descomunal de casi 35 millones de pesos para dar vida a una golondrina.
