DICEN las lenguas viperinas que la semana pasada Briguite Granados dijo frente a no pocos reporteros que rumbo a la gubernatura, al interior de Morena, Andrea Chávez las lleva de ganar.
También conocida como Grillite, lo dijo en las instalaciones del Comité Estatal de Morena, pero sus palabras retumbaron hasta Juárez, donde Cruz Pérez Cuellar está más que apuntado desde hace años para ir por la silla del águila estatal.
Cierto es que con Sheinbaum las reglas cambian, que la configuración que dejó el polémico tabasqueño ya perdió la patente y muchas otras cosas más, lo cierto, es que las palabras de la presidenta estatal del partido a lo mejor llevaban cierta dedicatoria. De no ser así, fue una tremenda indiscreción.
A lo mejor Brigithe habló desde el corazón, a lo mejor envió un mensaje sobre algo que sabe y se rumorea…
EXISTE alta probabilidad de que la candidatura de Morena la encabece mujer, mucha, y tres son las tiradoras por la posición, entre ellas la misma secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, que ya se siente con derechos de chihuahuense nomás por tener credencial de elector con dirección en un exclusivísimo y fifí fraccionamiento de Chihuahua que nada tiene que ver con la austeridad franciscana.
Y bueno, aunque Ariadna coma romeritos, le guste el sonidero y hable cantado, ella jura que es chihuahuita aunque tendría en Mayra Díaz, emanada del más exitoso duartismo, una segunda carta para llegar al manejo del erario estatal. La nueva delegada de Bienestar es una aspirante natural pero no se manda sola.
Si a Cruz ahora lo borran con el pretexto del género, está calculada la operación cicatriz en Morena, pues le ofrecerían a su hermano Alejandro la candidatura de morena en Juárez para no perder la estructura del Frente 4T, bajo la lógica de que el juaritos promedio protestaría poco por ser sometido a la dinastía Pérez Cuellar por cerca de una década. ¿Se prestarán los carnales a ser moneda de cambio?
¿SE acuerda usted cuando los gandallones del Sistema “Tec” o Tecmilenio querían “rescatar” el Parque Lerdo por no tener su edificio espacios para canchas ni estacionamiento? Activistas y vecinos pegaron el grito en el cielo pero, a final de cuentas, a lo mejor hubiera estado mejor.
Ya son muchas las voces que advierten que los pasillos del parque se han convertido en un motel gratuito para parejitas de varones que van a hacer cochinada y media en las noches, apenas se pone el sol y aparecen los dados al disfrute carnal en pleno espacio público.
A tal grado llega el descuido que los mismos cochinones dañan el alumbrado del parque, porque de la noche son las cosas del amors y de noche todos los gatos son pardos. Rechazan la luz, como vampiros fronterizos, olvidando que el parque es de todos.
La viperina que pasó el dato afirma que ya no puede salir a pasear a sus mascotas, a menos que quiera exponerse a escenas porno involuntarias que, es muy probable, permitan los policías encargados del sector, quién sabe por qué razones.