Los artistas mexicanos están expuestos a todo cuando aceptan cantar en fiestas privadas. El fin de semana pasada revivió la polémica del caso de la cantante Jenni Rivera y su presunta relación con algunos narcotraficantes como Édgar Valdez “La Barbie” y Joaquín ‘El Chapo” Guzmán.
La historia de la autora de “Querida socia” recordó las relaciones de otras estrellas con el crimen organizado.
Por supuesto que el Divo de Juárez, Juan Gabriel, no podría quedarse fuera de este tipo de escándalos.
En 2011 se publicó un libro de Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del exlíder del Cártel de Cali en Colombia, Gilberto Rodríguez Orejuela, quien purga una sentencia por narcotráfico en Estados Unidos.
El autor del libro titulado “El Hijo del Ajedrecista” va directo y al corazón para relatar lo sucedido en la fiesta del cumpleaños número 50 del capo en 1989.
“Eran los 50 años de él (su padre Gilberto) y entonces le dieron de regalo (el concierto de) Juan Gabriel, le gustaba muhco la música de él y lo contrataron. Vino desde Miami en un vuelo privado a Cali y de ahí en helicóptero a la finca en que era la celebración¨, escribió Mondragón.
Durante la presentación, “Juan Gabriel quedó junto a mi padre, le colocó una mano en el hombro, tomó aire y remató con todos sus pulmones la emotiva canción, y cuando la sala se cubría de sonoros aplausos, incluidos los de mi padre, Juan Gabriel se agachó y le dio un sentido beso”, agregó en su libro.
Luego el hijo del exlíder del Cártel de Cali, uno de los más sanguinarios del continente, explica lo que sucedió después que estuvo a punto de terminar en una tragedia.
“Mi padre se sorprendió y le dijo qué haces, qué te pasa. Fue entonces cuando otro narcotraficante, Chepe Santacruz, se metió en la discusión, mi padre lo golpeó y los ánimos comenzaron a calentarse”, reveló Mondragón.
Según el relato del libro publicado en 2011, en el cual desnuda las relaciones de los jefes del cártel de Cali con famosos personajes de la política, fútbol, mujeres, cine y televisión, el cantante mexicano tuvo que ser sacado en forma directa al aeropuerto porque su padre “lo quería matar” por la broma que le había hecho el cantante en la fiesta de cumpleaños.