«La primera vez que ‘maté’ al rey Juan Carlos me tuve que quedar media hora sentado en la cama»
En sus grabaciones se explica con detalle los pasos que dió para burlar los dispositivos de seguridad desplegados en la ceremonia de coronación de Felipe VI en junio de 2014. También elaboró videos para documentar una operación que desplegó -junto a un «comando» integrado por actores contratados por él mismo- durante la celebración del Dia de la Hispanidad, el 12 de Octubre de 2012. Si aquella operación hubiese sido real, las medidas de seguridad tomadas aquel día no hubieran podido evitar lo que el propio Santiago Sánchez ha reconocido que hubiera sido «el magnicidio más grande de la historia».
El diario español ‘El Confidencial», ha contado esta historia y recoge interesantes declaraciones del protagonista: «La primera vez que ‘maté’ al rey Juan Carlos me tuve que quedar media hora sentado en la cama hasta que me repuse. No me creía lo que había ocurrido», confiesa Santiago. Y añade: «Yo he ‘matado’ 12 veces al rey Juan Carlos y seis veces a Felipe VI».
¿Cómo lo consigue?
Su modus operandi es aparentemente sencillo. Alquila una habitación de hotel cercana a la celebración del acto oficial en el que se darán cita sus ‘víctimas’. La habitación, obviamente, debe permitir un buen ángulo de tiro. Previamente habrá revisado y documentado los preparativos, el montaje de escenarios, las medidas de seguridad, que suelen incluir a su vez a los llamados contrafrancotiradores, cuya misión es precisamente abortar misiones asesinas como las simuladas por Santiago Sánchez. Luego tiene que burlar los controles policiales para introducir las armas en la habitación del hotel. Nunca ha tenido problemas para eso: sencillamente las transporta en una maleta y hace el trayecto en tren. Una vez en el hotel, solo tiene que apuntar. Y una vez que tiene a su objetivo en el punto de mira…lo filma y demuestra así lo fácil que hubiese sido.
Con intención de dar a conocer precisamente esto, que en España es posible atentar fácilmente contra las más altas autoridades políticas, intentó ponerse en contacto con los más interesados en evitarlo. Tal y como narra ‘El Confidencial’, «había pedido ya entrevistas a Alfredo Pérez Rubalcaba, representantes de Izquierda Unida y UPYD y al ex-líder del PSOE en Madrid Tomás Gómez, para denunciar supuestamente los agujeros en la seguridad nacional. Contactó con el mismo objetivo con el Sindicato Unificado de Policía, la asociación judicial Jueces para la Democracia, el grupo municipal del PP de Madrid, el Defensor del Pueblo, el Ministerio del Interior, la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes (que le respondió)… Hasta llamó el Centro Nacional de Inteligencia. «Les quería avisar de los graves fallos de seguridad que se producen en España y avisarles de que podían ser utilizados por lobos solitarios del terrorismo yihadista para cometer un atentado, pero nadie me hacía caso’, insiste.»
El 30 de junio de 2014, La Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Policía de Madrid lo detuvo en su domicilio. Aunque en un principio se le acusó de provocación al homicidio del rey y enaltecimiento del terrorismo, solo responderá por los delitos de depósito y tenencia de armas de fuego.