La técnica de vasectomía sin bisturí, fue creada en la década de los setentas en China por el Doctor Li Shungiag con la finalidad de crear un procedimiento eficiente y menos amenazador y reducir el temor en los hombres a la incisión en la que se procede en la cirugía tradicional.
La técnica de vasectomía sin bisturí ha ayudado a aumentar los índices de confianza y aceptación de la vasectomía en todo el mundo. Dicho procedimiento ha aumentado cuatro veces en la última década sólo en América Latina, hecho atribuible a que el método sin bisturí se ha convertido en la técnica estándar para todas las vasectomías.
El avance radical en la práctica de la vasectomía que hizo el Dr. Li es considerado un procedimiento menos invasivo, ya que evita el traumatismo tisular y la lesión vascular causados por la disección. Una de las ventajas clínicas más importantes es que presenta bajas tasas de complicaciones quirúrgicas.