Hay gente que vive toda la vida teniéndole miedo al compromiso y no es capaz de pronunciar la palabra “boda” sin temblar, pero hay otra a los que esto no les quita el sueño para nada y se aprovechan de ello al máximo. Si te preguntas cómo podría suceder, te contamos la historia de una familia china:
Resulta que en Feijichangjiao, un pueblo de la provincia de Zhejiang, China, el gobierno anunció que algunos habitantes tendrían que abandonar sus hogares pues en esos espacios que realizarían obras públicas, pero a cambio, los que estuvieran inscritos como residente en el registro civil local recibirían un departamento de 40 metros cuadrados.
Al enterarse de esto una familia local se puso manos a la obra para sacarle provecho a la situación. Todo comenzó cuando un señor identificado como Pan escuchó la noticia y decidió ponerse en contacto con su exesposa que vive en la zona afectada. En menos de una semana se volvieron a casar para que ambos fueran reconocidos legalmente como residentes y pudieran beneficiarse de la situación.
Enseguida se divorciaron y él, ya con la residencia, tardo menos de 15 días en casarse con su cuñada, divorciarse, y luego repetir la maniobra con la hermana de su anterior más reciente esposa. Por supuesto, la mujer que lo ayudó a tener con la residencia no quiso quedarse atrás y emprendió su propio plan.
La ahora doblemente exesposa del señor Pan, volvió a casarse con otro de sus exmaridos, y así la cadena continuó hasta que 11 personas de la misma familia estuvo involucrada en 23 bodas y divorcios falsos que obviamente terminaron por ser descubiertos por las autoridades.
Aunque según explica Global Times, todos los que participaron en este fraudulento juego están arrepentidos, seguramente ahora tendrán que darle explicaciones a la justicia china.
Con información de AFP.