Chihuahua.- Las cuatro estatuas que flanquean la plaza de armas, el kiosco de este, las esfinges y las cuatro estatuas de la Plaza Hidalgo, todas son de herrería francesa, del siglo XIX, y todas viven en el Centro Histórico de Chihuahua, como fieles testigos de todo tipo de episodios históricos y privados.

Fue durante la administración de Miguel Ahumada, que en entre 1892 y 1896, se trajeron estas estatuas y mobiliario para embellecer las dos plazas principales de la Ciudad de Chihuahua.

El trabajo se encargó a la fundición de arte de Val d’Osne , ubicada en Val d’Osne, es una fundición de arte francesa. Los talleres, creados en 1836 por Jean-Pierre Victor Andre para hacer mobiliario urbano y de hierro fundido decorativo, rápidamente se convirtió en la mayor producción de arte fundido en Francia hasta el comienzo del xx ° siglo. Su actividad cesó en 1986.

A este taller de fundición muchos gobiernos de otros estados, ciudades y países encargaban este tipo de mobiliario, de un catálogo especializado en el que se podía elegir la forma, la figura el tamaño de las esculturas y si llevaban con ellas lámparas o no, como en el caso de las de Chihuahua, y también las esfinges antropomorfas de la Plaza de Armas, explica la encargada del área de monumentos del INAH Chihuahua, Emilia Díaz Arreola.

Las cuatro estatuas de la Plaza de Armas que se encuentra entre la Catedral Metropolitana de Chihuahua y la Presidencia Municipal, son una evocación de las cuatro estaciones del año, primavera, verano, otoño e invierno. Aunque hay otra creencia que asegura se trata de formas simbólicas de las actividades económicas de la entidad.

Estas esculturas, las esfinges y los kioscos son patrimonio chihuahuense e histórico por lo cual son protegidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.