Noticias de Chihuahua.- El presidente municipal de Chihuahua Marco Bonilla recriminó hoy la falta de una estrategia de seguridad federal, que pueda combatir los crímenes que se cometen en el estado como los ocurridos en el municipio de Urique, donde dos sacerdotes fueron asesinados en una parroquia de Cerocahui.
En un mensaje en sus redes sociales, generalizó al decir que “México vive una crisis de inseguridad que debe combatirse, no con abrazos sino con una estrategia conjunta”, pero de la responsabilidad que tiene el Gobierno del Estado para garantizar la seguridad de los ciudadanos chihuahuenses no dijo nada.
Únicamente optó por lamentar “con mucho dolor” la muerte de los hermanos Jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora, quienes “perdieron la vida en circunstancias violentas en Cerocahui, dos vidas dedicadas al servicio y comprometidas con las familias de Chihuahua, que sin lugar a dudas pesa perder”.
Apenas hace unos minutos en rueda de prensa, la gobernadora María Eugenia Campos dio “la instrucción” de que lo ocurrido en Cerocahui es algo que no puede volver a ocurrir, por lo que se destinarán elementos y armamento suficiente para enfrentar las acciones del crimen organizado en la zona serrana del estado.
Ante ello, el alcalde de Chihuahua, uno de los municipios más violentos dentro del ranking del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, desde el año pasado, dijo que “desde Chihuahua Capital confirmamos nuestra decisión para sumar esfuerzos y lograr la paz”.
En los comentarios algunos señalan que se trata de una cuestión que “es un problema de los 3 niveles de gobierno”, y otros más hacen burla a las unidades que estrenaron hace unos días “mande patrullas parlantes, lic”; y otros más aprovechan para reprochar algo más “pon la muestra cabro invita a tu gobernadora maruja que se deje de propagandas politicas que nunca sera candidata a la presidencia”.