Chihuahua.- A raíz de la instalación de más de 200 vendedores ambulantes en los alrededores de la Plaza de Armas en el primer cuadro del Centro Histórico, un gran número de alcantarillas de la zona han sido intervenidas con basura, aceite y otros desechos.
Quienes transitan por la zona se han quejado de un olor nauseabundo que proviene de las alcantarillas, dándose cuenta de que se trata de desperdicios de comida que ha entrado en descomposición y que estarían siendo depositados por los vendedores ambulantes ante la nula vigilancia del Ayuntamiento de Chihuahua. 
Aun cuando el subdirector de Gobernación Pedro Oliva dejó en claro en días pasados que estos vendedores tendrán permiso únicamente hasta el 8 de enero, cuando finalice la temporada decembrina con la celebración del Día de Reyes el día 6, por ahora es nula la intervención y vigilancia de la autoridad hacia las necesidades de los mismos, respecto al manejo y desecho de sus materiales e insumos, incluso la calle Segunda está llena de grasa.
Por ahora, quienes transitan por la zona deben soportar los malos olores, pero el problema va más allá cuando al verter grasas y otros residuos en el desagüe se provocan bolas de grasa que atascan los colectores dificultando el normal discurrir de las aguas residuales, lo que no solo provoca atascos sino también los malos olores y problemas higiénicos.