Noticias de Chihuahua.- Se escucharon varios portazos de vehículos oficiales, seguido el sonido hueco de varios tacones de zapatos que a pesar de la alquería escabrosa y terregosa de la colonia popular CDP, se escuchaba claro, como el habla: sin titubeos ni vacilación.
Los pasos se acercaban al área donde se encontraba el cadáver de una mujer sobre las vías del ferrocarril. Los policías municipales también estaban a un lado del cuerpo, algunos de ellos estaban en cuclillas tomando nota, cuando de pronto se pusieron en firmes al voltear a ver los tacones, y subiendo la mirada, la falda entallada de mujeres hermosas, cómo el paisaje se une con el mar al amanecer, sin poder omitir la impresión que causó una de ellas, cuyo tatuaje resaltaba la parte posterior del cuerpo humano que va de la base del cuello y hombros hasta la cintura.
Las mujeres elegantes sujetaban unos papeles, y una bolsa tipo Gucci, tal vez imitación, mismas que se identificaron como agentes de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres, indicando a los municipales que estarían un rato en la escena donde la mujer fue encontrada sin vida para investigar de manera más profesional.
Posterior, las distinguidas agentes investigadoras que batallaban para caminar sobre piedras de granito que se colocan entre las vías del ferrocarril, empezaron a platicar entre ellas, mientras se ponían los guantes azules para no lastimar la textura sedosa de sus manos, sin efecto graso. Los minutos pasaban y no se notaba que estuvieran trabajando como en las series de criminalística y criminología de Netflix, hasta que de pronto escucharon los efectos de sonido de locomotora, y seguido el grito de los mirones de la escena del crimen:
-¡Ahí viene el tren!
Ante ellos, las llamativas representantes de la procuración de justicia en del Estado, se volteaban a ver entre ellas, y a la vez al cadáver. Sin pensarla donde veces, una de ellas, la de labios color marrón, tuvo una genial idea:
-Agárrala – refiriéndose a sujetar al cadáver- de este lado, y yo del otro y quitémosla de las vías. ¡Rápido, rápido, hay allí viene el tren!
Aunque se lea inapropiado y tal vez, burlesco, el cuerpo de la mujer sin vida fue agarrado y arrojado dos metros como costal de papas por las dos mujeres que están dentro de la nómina de la Fiscalía de la Mujer. Seguido de ello, el sistema de seguridad del tren provocó que la pesada máquina hiciera alto antes de la escena, tal vez del crimen.
Como final, y de nuevo, sin intención de ser inapropiado este escrito, ni burlesco, ya que solo se cuenta lo que ocurrió este día miércoles como género de crónica periodística, los ciudadanos y demás policías que estaban cerca de la escena del crimen se olvidaron de la seriedad que deben guardar en estos casos, y soltaron grandes carcajadas.
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