Noticias Internacionales.- En 1990, Collier Landry Boyle, de 12 años, testificó en un tribunal contra su padre por el asesinato de su madre.
-Soy Collier Landry Boyle.
-Dinos cuántos años tienes ahora.
-Tengo 12 años.
-Dijiste que te acostaste sobre las nueve del 30 de diciembre. ¿Ocurrió algo en el transcurso de esa noche que te despertara?
-Escuché un grito de mi hermana. Lo primero que pensé fue que a mi madre le pasaba algo.
La historia comenzó cuando Collier descubrió la infidelidad de su padre, lo que llevó a su madre, Noreen, a pedir el divorcio. John Boyle, un respetado médico, se volvió agresivo y compró artículos como una lona azul y una alfombra verde, que luego se utilizaron en el crimen.
Antes de las fiestas la señora Noreen dijo a su hijo, “yo jamás te dejaría y si un día me voy, tu padre tuvo que ver en ello”.
La madrugada del 31 de diciembre de 1989, Collier escuchó gritos y golpes fuertes. Su madre desapareció, y su padre afirmó que se había ido de vacaciones. Collier llamó a la policía, que inició una investigación liderada por el detective David Messmore.
Durante un tiempo, el detective estuvo en contacto con el joven Collier, quien se comunicaba con el detective cuando no estaba en casa bajo supervisión de su padre y abuela.
Después de un tiempo, el padre ofreció unas vacaciones de padre e hijo al joven, lo cual aterró al joven quien hizo un llamado al detective. Quien logró iniciar una investigación dentro de la vivienda.
Finalmente, encontraron el cuerpo de Noreen enterrado en una casa comprada por John. Collier testificó contra su padre, quien fue condenado por asesinato.