Chihuahua.- El exgobernador César Duarte empezó a beber más alcohol por la depresión de haber perdido su candidato, Enrique Serrano.
Según publica Sin Embargo, a través del periodista Alejandro Páez, el exmandatario se encerraba en su oficina en Palacio de Gobierno después de la derrota electoral.
Para ello, mandó a reubicar a todos los empleados que laboraban en el segundo piso del inmueble histórico, y solo podían subir los de su confianza.
En extracto del amplio contenido, el escritor señala que en las semanas previas a dejar el poder, César Horacio Duarte Jáquez también se encerraba con sus allegados en el restaurante La Casona, en donde pagaba hasta 86 mil pesos por botella cuando su precio comercial, en un restaurante, ronda los 45 mil.
“Se encerraba aparentemente a beber en su oficina de paredes de madera roja, en ese edificio que alberga el Altar de la Patria –donde fue fusilado Miguel Hidalgo y Costilla–; que ocupó Abraham González a principios de siglo y que en la segunda mitad del Siglo XX fue adornado con murales. Hombre despojado de letras; un ex vendedor de autos usados –como cientos en Ciudad Juárez–, Duarte Jáquez se volvió extraordinariamente rico en un sexenio y se acostumbró en estos años a los vinos más caros del mundo”, cita la publicación.
Las encerronas fueron en agosto, septiembre y octubre de 2016 y con ello enfrentaba el horror de haber perdido la elección: en el Revolucionario Institucional, el partido del Presidente Enrique Peña Nieto y del mismo Duarte Jáquez, no hay mayor pecado que perder.