Los alemanes se encontraron con un rival completamente replegado que salió decidido a blindar su área y buscar esporádicos contragolpes.
El partido amenazaba con convertirse en un típico reto a la paciencia, pero las primeras fisuras en la muralla irlandesa empezaron a verse muy pronto.
En el minuto 4 llegó la primera ocasión de gol para Alemania con un cabezazo de Mario Götze, a centro de Thomas Müller desde la derecha, que el meta Michel McGovern contrarrestó con una buena parada.
En el minuto 13, en cambio, McGovern no pudo hacer nada ante un remate raso de Julian Draxler desde la media luna del área.
Poco después, en el minuto 16, llegó el segundo gol alemán con un remate de cabeza de Sami Khedira tras un saque de esquina lanzado por Toni Kroos.
Después del segundo gol, Irlanda del Norte intentó jugar un poco más al ataque y antes del descanso tuvo dos llegadas al área rival con cierto peligro, una de Jamie Ward en el minuto 27 y otra de George Maginnes en el 39, ambas con remates al cuerpo de Neuer.
En el segundo tiempo, Alemania logró apaciguar los conatos ofensivos irlandeses, se dedicó a controlar el juego y dispuso de dos ocasiones para ampliar su victoria, por medio de Khedira y Gundogan.