Por La Fare
Recientemente El Heraldo de Chihuahua, publicó, desplegado a doble plana y con llamado en portada un amplio reportaje, publireportaje pondría decir algunos, en el que se presenta al ex gobernador Patricio Martínez, como un vaquero “malboro”.
Se le proyecta como un hombre de acción, fuerte y en plenitud, en la cercanía de los setenta años, las Fotos no pueden ser más amables.
En días anteriores se diseminó un extraño rumor, que hacía suponer que Patricio Martínez se acercaba a Andrés Manuel López Obrador y a Morena. Extrañan ambos eventos, por varias razones, por ejemplo, no es precisamente una figura política nacional, no tiene esos alcances y en Chihuahua ya lo fue todo, no que queda nada por hacer como político.
Hace algunos años amenazó con el petate del muerto y en la revista Proceso se publicó que el ex gobernador sería lanzado a un puesto de elección popular — aspiraba al Senado— y finalmente mando a su alfil de toda la vida Víctor Anchondo Paredes a la extraña aventura de buscar la senaduría por el PRD.
Muchas son las especulaciones sobre esta súbita proyección política de Martínez García, hay quienes dicen que volverá a buscar la presidencia municipal de la ciudad de Chihuahua, lo cual resulta extraño, pero no descabellado.
En los elecciones del próximo año, ya estará en lo setenta, para nada significa que es un viejo, recordemos que Manuel Bernardo Aguirre llegó a la gubernatura con 76 años a cuestas y nadie puede decir que le faltó vitalidad, el problema no es ese… las preguntas se multiplican y nadie acata a saber o presentar una teoría plausible de la repentina actividad política de Patricio, quien seguramente tiene muy claro que lo suyo no es el poder legislativo, sino el ejecutivo y ello hace más brumosas sus acciones políticas que buscan reposicionarlo ante la opinión pública.