Por La Fare
El panista Javier Corral no pudo ser más claro en el foro que se realizó en instalaciones de la Universidad del Valle México el sábado pasado, en la que en su discurso de un poco más de 17 minutos, dejó en claras dos cosas: su apoyo para el 2018 a Ricardo Anaya y la apertura a candidaturas externas, de no militantes, de Alejandra de la Vega, por ejemplo.
Efectivamente, una de las posibles interpretaciones de su discurso en el acto panista del pasado fin de semana en la ciudad de Chihuahua, es que ya se decantó en lo personal por la candidatura de Alejandra de la Vega, quien no tiene antecedentes de actividad partidista. Aquí algunos comentaristas despistados le achacan pasado priista, tal vez por ósmosis, ya que el ingeniero De la Vega, su padre, fue candidato a la presidencia municipal suplente el histórico 1983.
El discurso no deja lugar a dudas sobre el mensaje del también gobernador, quien les dice a los panistas del estado y del país, que en una sociedad en la que el 80 por ciento de la población vive en pobreza o condición de vulnerabilidad, la principal alianza electoral debe ser precisamente con la sociedad.
Los panistas ya habían volteando los ojos a Alejandra de la Vega, desde hace meses, los destacados y con aspiraciones. De los dientes para afuera, pero en las bases ya cundió el deseo del triunfo electoral que los había abandonado por más de una década y cambian su posición.
Lo cierto es que las cuatro alcaldías ganadas de manera sucesiva por el PAN entre 1992 y 2001, tienen como factor determinante la apertura a candidatos externos, con el antecedente de que en 1983, Pancho Barrio, que hoy es considerado un panista histórico, fue un externo. De hecho su candidatura fue lanzada formalmente por la Unión Ciudadana y abrazada por el PAN. En estas cuatro alcaldías ganadas sucesivamente, estrictamente sólo puede ser considerado militante panista Ramón Galindo.
Las piezas en el blanquiazul se empiezan a mover y es claro que se quiere como candidata a la actual Secretaria de Innovación y Desarrollo Económico: Alejandra de la Vega, quien al parecer ya terminó de deshojar la margarita y muestra disposición a demostrar que lo que ha demandado del gobierno del municipio, por los menos los últimos diez años de activismo en el sector empresarial, se puede realizar.