«Hemos analizado este caso y no hemos recibido dinero por parte de este usuario. Vamos a proceder a cancelar el saldo pendiente de AdWord», ha informado el operador en un comunicado distribuido a los medios.
A mediados de agosto y sin que lo supieran sus padres, el menor de 12 años y un amigo de 15 se metieron en el ordenador familiar y decidieron contratar el producto «AdSense» de Google para que el navegador incluyera publicidad junto a sus vídeos de su banda musical y, así, cobrar dinero si lograban muchas visitas.
Sin embargo, se equivocaron y en lugar de conseguir lo que pretendían, los dos adolescentes contrataron en «dos sencillos pasos» y «sin pedir DNI ni edad ni nada aparte de un nombre y una cuenta bancaria» el producto «AdWords» de Google, con el que el usuario contrata publicidad para que sus vídeos sean más vistos, conllevando unos pagos.
«Muchos servicios online, incluyendo Google AdWords, tienen restricciones de uso por edad. Sabemos lo importante que es mantener el entorno de la familia seguro en Internet por eso los padres pueden encontrar información sobre cómo hacerlo en el Centro de Seguridad Familiar de Google», explican desde la multinacional, cuya sede europea está ubicada en Irlanda.
La cuenta de del menor comenzó a recibir cargos desde los 50 hasta los 18.000 euros en una semana, aunque el peor fue el que llegó el pasado 28 de septiembre, de 78.000 euros. Así, en menos de un mes, la familia llegó a recibir una factura de más de 100.000 euros.