Los diputados federales que conformarán la 64 Legislatura a partir del 1 de septiembre, y que forman parte apenas de las listas de los partidos, ya tienen asegurada una batería de vales para su beneficio.
Se trata de vales de despensa, alimentación y gasolina para los nuevos legisladores, asesores y empleados de alto nivel, que ya fueron licitados y contratados por el Palacio Legislativo de San Lázaro y por los que pagaron 264.7 millones de pesos por todo 2018.
Esto representa un incremento de más de ocho millones de pesos en comparación con 2017, y de los cuales actualmente gozan los diputados en la recta final de su gestión.
La Cámara de Diputados aprobó en diciembre la licitación pública para los vales de despensa, alimentación y gasolina para 2018, que cubre el tramo final de la 63 Legislatura, que concluye el 31 de agosto, y los primeros cuatro meses de la 64 Legislatura, de septiembre a diciembre próximos, en que se incorporarán 500 nuevos diputados.
En los tres años de la actual legislatura la Cámara gastó más de 750 millones de pesos en vales de despensa, alimentación y gasolina.