En la reserva privada de Kragga Kanma (Cabo Oriental, Sudáfrica) una hembra de rinoceronte blanco fue brutalmente asesinada por cazadores furtivos que acabaron son su vida para extirparle un centímetro de cuerno.
Aunque la situación por si sola ya es desgarradora, hay otra cosa más triste: dejó huérfana a una pequeña cría de 16 meses.
De acuerdo con información del parque africano, el animal era un ejemplar joven de 20 años de edad cuyo cuerno había sido recortado por sus cuidadores una semana antes del ataque, en un intento de protegerlo frente a la caza ilegal.
Como todos los dueños de rinocerontes, sabíamos que [el ataque de los cazadores furtivos] simplemente era una cuestión de tiempo. Es tan irreal, todo por un centímetro de cuerno. No podemos comprender semejante pérdida», lamentó Ayesha Cantor, administradora de la reserva.