Ciudad de México. Desde Ocosingo, Chiapas, en la Cuenca del Usumacinta, Andrés Manuel López Obrador detalló que el programa de reforestación y siembra de árboles frutales iniciará en 2019, en 500 mil hectáreas, lo cual generará 200 mil empleos permanentes.
En 2020, explicó, se sembrará una superficie igual y se crearán otros 200 mil empleos.
«El campo es la fábrica más importante del país. Se puede traer a la Ford, que fabrica automóviles, y puede ser que se genere 100 mil empleos, y nosotros podemos sembrar un millón de hectáreas y crear 400 mil empleos, y desde luego que con menos inversión», afirmó.
Comprometió que a los campesinos contratados para la siembra de árboles maderables y frutales se les pagará un buen jornal, que «hoy porque nada rinde, porque el campo está en el abandono. Se va a ayudar al productor, al ejidatario, les vamos a dar cultivada sus parcelas».
En un video difundido esta noche en sus redes sociales, el virtual presidente electo explicó que la siembra de un millón de hectáreas es uno de los 25 programas estratégicos de su administración.
Refirió que el proyecto se echará a andar esa superficie, equivalente a las tierras de propiedad social abandonada y ociosa, «porque en este periodo neoliberal se abandonó al campo».
De lo que se trata, sostuvo, es regresar al campo y garantizar que los jóvenes no se vean obligados a abandonar sus lugares de origen para buscar trabajo en los destinos turísticos o en Estados Unidos.
Anunció que así como visitó la Selva Lacandona recorrerá otras regiones y se reunirá con los ejidatarios. «Nos vamos a poner de acuerdo y vamos a invertir para sacar al campo del atraso y a los pobladores de la pobreza», expuso.