A los mayores el mayor de los respetos

“Envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo” (Sainte Beuve).

(Colaboración).- Cada año miles de personas de edad avanzada sufren abusos o negligencia de abusos por comportamientos o palabras perjudiciales hacia ellos, o si se les priva de aspectos necesarios para su bienestar. El responsable del abuso suele ser un miembro de la familia, generalmente un hijo adulto que cuida de la persona mayor, los cuidadores profesionales, como los cuidadores a domicilio o los empleados de residencias y otras instituciones. A menudo, los cuidadores se sienten abrumados por las demandas del cuidado, tienen una preparación inadecuada o pocos recursos, o no saben lo que se espera de ellos. También es posible que se sientan cada vez más aislados socialmente, lo que en ocasiones incrementa su resentimiento y aumenta las probabilidades de abuso. Muchos cuidadores no pretenden abusar de la persona, y otros ni siquiera saben que lo están haciendo.

Maltrato físico, psicológico, abandono o explotación económica son los principales abusos a los que son sometidos los adultos mayores.

Maltrato físico: Comprende golpes, empujones, palizas, uso de ligaduras, alimentación insuficiente. Puede incluir agresión sexual (cualquier forma de intimidad sexual no consentida, forzada o amenaza)

Maltrato psicológico: Consisten en el uso de términos, actos u otros medios que producen angustia y tensión emocional. Tales como: insultos, y ordenes emitidas a gritos, habito de ignorar a la persona y también comprende la infantilización (trato al adulto mayor como un niño).

Negligencia: Descuido de proporcionar alimento, medicamentos, cuidado personal u otras necesidades.

Abuso económico: Es la explotación a falta de atención a las posiciones o bienes de las personas en este caso las del adulto mayor.

La dependencia económica, emocional y física hace que muchas víctimas de maltrato no delaten a su victimario. Esto las convierte en blancos perfectos para toda forma de abuso. Por otra parte, muchas personas de la tercera edad sienten temor a sufrir daños mayores si acusan a su agresor, este temor no es infundado. Las personas de la tercera edad se encuentran en muchas ocasiones en situaciones de aislamiento, desamparo y abandono, estos factores constituyen uno de los mayores miedos de este grupo de personas, lo que puede llevarlos a aceptar condiciones absolutamente injustas e indignas para ellos, influyendo directamente en su calidad de vida y, especialmente en su autoestima. Es necesario divulgar el maltrato a los que están sometidos los adultos mayores. Su desconocimiento constituye un factor de riesgo para que sufran la violencia en silencio.

 

Universidad Autónoma de Chihuahua

Facultad de Ciencias de la Cultura Física

Licenciatura en Motricidad Humana

Etiología e Involuciones del Envejecimiento

 

Elaborado por:

 Carolina Ruiz Y Luisa Fernanda Vargas Legarda

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