LOS malos tratos no sólo se restringen a los servicios médicos de los que ya hemos hablado, ya que también existen en los servicios educativos, reforzando el refrán popular que dice que “en donde quiera se cuecen habas”. Tal es el caso de la escuela primaria José María Ponce de León, cuyo director ha sido señalado como una persona grosera, burlona y discriminatoria.
Se queja de él en esta ocasión la madre de un menor que cursa el tercer grado en el plantel, que padece trastorno del desarrollo asociado con un patrón continuo de falta de atención, hiperactividad o impulsividad, más conocido como TDAH, y que por lo tanto, requiere de atención psicológica especializada.
En su condición de mamá soltera, la denunciante dice que su ex marido, el papá del niño, le ayuda económicamente, pero que incluso así debe hacer milagros económicos no sólo para la manutención, sino para la adecuada crianza de su hijo, y que por eso lo lleva con el servicio de Psicología que la Universidad Autónoma de Chihuahua tiene a disposición del público en general en la colonia Obrera, atrás del Hospital Central.
Precisamente a raíz de lo anterior se dio la gota que derramó el vaso de los malos tratos del director y agotó la paciencia de la señora, pues asegura que, sin medir sus palabras, el supuesto responsable de la referida escuela que se ubica en la colonia Industrial, le dijo, en tono grosero y burlón, que su niño no mostraba mejorías en su comportamiento porque lo había llevado con una dependencia barata.
La madre de familia señala que con esa simple frase, el directivo comete una triple discriminación: en contra de la condición de salud de su hijo, en contra de la situación económica de la señora y en contra del servicio que a la sociedad presta la Máxima Casa de Estudios, y que ella considera, es tan válido y meritorio como la atención que se le daría en cualquier hospital privado.
Además, la señora sostiene que recientemente su hijo tuvo un altercado con un compañero que derivó en una pelea entre ambos, misma que, asegura el director, grabó como evidencia del comportamiento del niño… olvidando este sujeto que, aparte de que es su deber respetar a las personas evitando grabarlas en cualquier situación que no sea consensuada, es más su obligación poner paz en un conflicto infantil, y después, hablar con los padres al respecto, en la búsqueda de una solución que beneficie a todas las partes involucradas.
En vez de eso, la denunciante sostiene que su hijo constantemente sufre del acoso, más popularmente conocido como bullying, por parte de sus compañeritos. Que el propio director conoce de la situación, pero que siempre se queda cruzado de brazos sin tomar cartas en el asunto.
La más bondadosa de las acciones de este sujeto se dio recientemente, cuando por enésima vez, el niño fue molestado en su salón, al punto de que le “desaparecieron” el dinero que llevaba para gastar durante el recreo, así como una lapicera de su mochila, cuyo contenido quedó regado por el suelo.
Por extraño que parezca, el sujeto se ofreció a pagar de su bolsa el monto de lo “desaparecido”, quizá porque vio en la señora verdaderas intenciones de cambiar al niño de escuela, pues ella asegura que hoy viernes iría a recoger no sólo esa cantidad, sino las cuotas de la sociedad de padres y hasta el dinero del convivió decembrino que los niños tendrían en unos días.
En este sentido, cabe señalar que la señora comenta que ya tenía un tiempo pensando en realizar la idea del cambio del plantel. Incluso se la comentó al director y este le contestó, muy a su estilo, refiriéndose al niño: “Como usted quiera, lléveselo”.
Señor director, no hemos mencionado su nombre, ni de ninguno de los involucrados porque si tiene algo que decir al respecto, nuestras líneas están abiertas, no sólo para que usted ejerza su derecho de réplica, sino para todos aquellos padres de familia que, en sus escuelas, en vez de director, aparentemente tienen un dictador.
ANDA un chorro de camioneros bien alucines, con sus rolas bélicas y sus unidades con estrobos. En las calles se captó una de las unidades, la cual nomás le faltaba tener el sonido de sirena y pasarse los semáforos en rojo.
Los guiadores que observan la unidad a lo lejos se asustan por que la ven que es guida a exceso de velocidad por toda la Avenida Tecnológico, y piensan que es la ‘Black Mamba’ que anda en una balacera con otros alucines, pero no, al acercarse aún más, notan que se trata de un camión de transporte de personas con estrobos como las unidades policiacas.
Lo raro del asunto es que pasan las patrullas, y no son para poner en práctica el reglamento que lo prohíbe.
HABLANDO de alucines, Cuauhtémoc Estrada Sotelo, coordinador de la bancada de Morena en el Congreso del Estado, anda desatado. Resulta que votó en contra su propuesta de modificarel método de evaluación de los 20 finalistas por el Instituto Chihuahuense para la Transparencia y Acceso a la Información Pública (ICHITAIP).
El diputado propuso un esquema para calificar de manera objetiva el curriculum profesional y académico de los participantes, pero por sus eggs buscó su esquema de medición fuera el criterio para elegir la lista final de diez, pero los demás diputados de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) votaron para que la nueva calificación se sumará a la calificación previa obtenida por cada uno.