MEJOR en sesión del Congreso de la Unión guardaron un minuto de silencio por la sindical síndica municipal de Guachochi Dayra Rocío González que en el Congreso del Estado de Chihuahua, donde a nadie se le ocurrió solicitarlo, ni a sus compañeros de partido como al ajonjolí de todos los moles Omar Bazán ni la recientemente doctora Georgina Zapata, ni a alguna de las diputadas que se dicen ser feministas. Mejor fue el diputado federal por Morena Hiram Hernández Zetina, quien solicitó el minuto de silencio también por el asesinato del dirigente panista en Acapulco Juan Carlos Brito Morán.
TAL parece que el COVID ya de plano abandonó todas las esferas del gobierno. Tal es el ejemplo de la presentación del Plan Estatal de Desarrollo 2022-2027 en el gimnasio Manuel Bernardo Aguirre en la capital del Estado, donde no respetaron la distancia. Lo mismo se ve a la gobernadora Campos que al secretario general César Jauregui andar por la vida sin cubrebocas ni que aunque estén rodeados de reporteros, que a personal de las distintas dependencias en las oficinas sin él, que a los panistas hacer sesiones plenarias muy gustosos desprotegidos, lo malo es que luego van a su casa o al trabajo y ahí hay más gente que incluso puede tener más propensión para enfermarse, pero no importa. Como no importó hace días cuando los LeBarones se reunieron con Jauregui en un salón del Palacio de Gobierno, ahí en una mesa del tamaño del mundo convivieron varios integrantes de esta comunidad y el ex diputado panista que hasta la cajetilla de cigarros tenía a la mano y a la vista, en un lugar público y cerrado. Quién sabe con qué se hayan protegido ahí adentro.
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