Eberto Javalera Lino, director general del Instituto Chihuahuense de Educación para Adultos (ICHEA), explicó que la atención se brinda a toda persona interesada, inscribiéndola y orientando en su formación educativa a migrantes repatriados o a quienes se encuentran en Ciudad Juárez y son originarios de otros estados o países.
“Todos los servicios, materiales y apoyos para su documentación, son gratuitos. Sabemos que muchos de ellos quieren migrar para superarse, pero consideramos que darles las herramientas de una educación certificada, les ayudará a lograrlo en su propio país”, comentó.
Alberto Rosales Lerma, de 38 años de edad, fue deportado el pasado miércoles 10 de octubre de los Estados Unidos de Norteamérica, por el puente que une a El Paso, Texas con Ciudad Juárez, Chihuahua.
Nacido en esta frontera, migró al país vecino para mejorar su calidad de vida, con lo que él creía sería encontrar un buen empleo, pero hace dos meses estuvo detenido en Sierra Blanca, ya que fue asegurado por personal de Migración.
La redada en la que “cayó”, relata Alberto, fue cuando, con otros migrantes, se encontraba en un hotel donde se hospedarían para al día siguiente ser llevados a donde conseguirían trabajo en una plantación de limón y tomate.
Al ser repatriado fue atendido en el módulo del Programa Educación sin Fronteras que opera el Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos (ICHEA) en el Puente Santa Fe de Ciudad Juárez.
Ahí se le explicaron los beneficios de continuar su educación básica, para tener más oportunidades de emplearse en su país, por lo que decidió inscribirse en el ICHEA para concluir sus estudios de primaria, y posteriormente seguir con la secundaria y obtener sus certificados.
Alberto estudió hasta cuarto grado de primaria, pero como ya había reprobado algunos años en la escuela, desistió y empezó a trabajar en la construcción desde muy chico, antes de tomar la decisión de viajar a los Estados Unidos.
