La empresa ya había cercado la laguna e instalado varios avisos para prevenir a los turistas de la fauna silvestre.
El niño, que fue arrastrado al lago y hallado por buzos varias horas después, murió, según la autopsia, debido a ahogamiento.
Los padres estaban presentes cuando se produjo el ataque del caimán e intentaron en vano arrancar a su hijo de las fauces del reptil cuando este se hallaba en el agua.
La familia, que se abstuvo de demandar a la empresa de atracciones, estaba de vacaciones en el complejo Gran Floridian Resort & Spa.