Noticias de Chihuahua. – Chihuahua capital, ciudad que todavía es considerada como un punto de paso de migrantes que buscan la frontera para cruzar a los Estados Unidos, poco a poco se convierte en una ciudad de estadía indefinida, ante las reales dificultades de cruzar “al otro lado”.

Esto también trae una serie de problemáticas que no existían en la ciudad, como los tres campamentos migrantes irregulares en diferentes zonas, los cuales generan problemas de potencial criminalidad, focos de infección y en general problemas de salud y evidencias de una crisis humanitaria que podría comenzar a nivel local.

Por lo menos un par de casos de paludismo ya fueron detectados, además de enfermedades virales, intestinales y potenciales bacterias y parásitos importados en cobijas y los mismos organismos de migrantes de todas las edades, tan solo por citar ejemplos.

Los asentamientos están en la avenida Juan Pablo II por la Central de Abastos, otro en un terreno cercano a la deportiva Pistolas Meneses, al norte y el tercero pasando la caseta a Sacramento, justo en el entronque, pero el más grande es el que se encuentra al sur, y a pesar de que resultaría políticamente incorrecto la criminalización de migrantes y las autoridades cuidan toda declaración o información que los pudiera comprometer ante grupos derechohumanistas, ya hay detenciones y pudieran ser caldo de cultivo para las organizaciones criminales.

Cada vez son más frecuentes los accidentes, como el del pasado 22 de marzo cuando un conductor perdió el control del vehículo y atropelló a un grupo de migrantes, con saldo de un muerto y una mujer y un menor de edad heridos de gravedad; ese mismo día un par de venezolanos que viajaban de “rait”, murieron cuando volcó el carro en que viajaban amontonados.

Vecinos de las colonias del sur, por el sector del aeropuerto, manifiestan su preocupación en redes sociales y pláticas cotidianas, porque la incidencia de robos y allanamientos en la zona es frecuente, ahora con la presencia del campamento migrante, se dispararía.

El 26 de marzo, cuatro hondureños pertenecientes a una banda compuesta de 7 asaltantes y consumidores de cristal, fueron detenidos en la calle Aldama; luego de robar en un negocio, policías del Grupo Beta desplegaron un operativo y al identificarlos e intentar detenerlos, un policía fue agredido. Los refuerzos capturaron a dos en Aldama y Quinta y a otros dos en Aldama y 12. El líder de la banda fue identificado como “El Kenneth”, y opera en el centro.

Ejemplos como el de la banda de El Kenneth pueden haber varios, podrían haber muchos, mientras que el diputado panista Gabriel García Cantú, ya había advertido desde principios de octubre pasado, sobre la presencia de pandilleros venezolanos del grupo criminal Tren de Aragua.

También las mujeres han sido enganchadas ya por grupos criminales que operan trata de personas, basta ver en plataformas que ofrecen servicios sexuales y de acompañamiento, la frecuencia de mujeres que ofrecen su nacionalidad como una variante para el mercado sexual de Chihuahua, mientras que otro tipo de migración que era menos frecuente como la ecuatoriana y la colombiana, llega cada vez más para quedarse.