“Me ordenó (el Primer Tribunal) que continuara con el asunto y la consecuencia legal es decretar la quiebra”, reconoció Consuelo Soto.
Agregó que por resolución del Tribunal Unitario, el convenio concursal para reestructurar los pasivos ya no existe, lo que impidió que se capitalizara a la naviera, como lo determinaba el acuerdo en el que las partes se comprometieron a dar un financiamiento de emergencia por 76 millones de dólares, lo que nunca ocurrió.
“Es una resolución que cuestionó cuestiones de forma, que nada tienen que ver con la capitalización de la empresa, sino con un tema formal”, explicó.
Ahora será el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) el que nombrará un nuevo sindico para encargarse de la venta de la empresa, lo que podría tomar varios años.
“Es muy difícil de predecir cuánto (tiempo) tome, porque se tendrá que hacer un inventario de los bienes para determinar cuánto tiempo tomará vender, por ahora no le puedo decir qué bienes tiene Oceanografía”, detalló.
Añadió que los primeros en ser liquidados serán los trabajadores,
posteriormente los acreedores reconocidos que tengan una garantía y posteriormente los acreedores comunes, hasta donde se alcancen a liquidar.