locales los motivos de la demolición fueron el acumulado de malos olores y roedores en el lote que ocupaba el antro, situado enfrente de la playa.
La discoteca comenzó a operar a finales de los 80 y fue propiedad de la familia Arellano Félix a través de uno de los hermanos, Francisco. Según reportes de aquellas fechas, llegó a ser valuada en 5 millones de dólares.
En su auge llegó a albergar conciertos de la talla de Mijares, Luis Miguel y Emmanuel, junto a peleas de exhibición del campeón mundial de boxeo, Julio César Chávez.
A mediados de los años 90 el inmueble dejó de operar y pasó a resguardo de las autoridades federales, junto con la residencia de Arellano Félix en la Zona Dorada.