Chihuahua.- Con unos 60 años a cuestas, una carpeta que contiene supuestos documentos con los que busca empleo, los ojos entrenados para llorar y un pañuelo, además de un discurso lleno de mentiras “don Liborio”, “don Severo” o “don José”, según se le ocurra presentarse a la hora de pedir una ayuda a las afueras de varios supermercados, entre ellos la sucursal Flores Magón de Alsúper.
Asegura, al acercarse a su posible siguiente víctima, que le da “harta pena” que nunca pensó pedir limosna y menos para poder regresar a su pueblo San Antonio, muy cerca de Santa Eulalia, en Aquiles Serdán.
Dice no traer un quinto, a pesar de haberlo observado recibir en un par de ocasiones no sólo monedas sino incluso billetes de 20 y 50 pesos respectivamente, pues según dice llorando sólo necesita 35 pesos para poder regresar a casa, pues, aunque le hablaron del Alsuper para darle trabajo, de nueva cuenta no fue así.
Su capacidad histriónica es de gran ayuda para que este hombre en una mañana o tarde, contando mentiras, junte por lo menos 400 pesos, según comenta uno de los guardias del Alsuper ubicado en la colonia Pacífico al sur de la ciudad.
Regularmente, dice quien lo acusa de timador y demuestra que tras recibir ayuda vuelve al ataque contra otra víctima, usando su mentira más frecuente que es la de volver a su pueblo San Antonio, muy cercano a Santa Eulalia en Aquiles Serdán. Para hacerlo necesita 35 pesos.
“No Importa que no lleve nada para comer a mis hijos, creo que con el hecho de que su papá regrese estarán contentos, es una de las frases que utilizar continuamente para causar lástima mientras ruedan un par de lágrimas de sus ojos, que limpia con un pañuelo que trae listo.
Los mismos guardias del supermercado aseguran que lo han invitado a que realmente solicite el empleo o acomode autos en el estacionamiento de la tienda sin embargo, dicen, leer mucho más rentable seguir pidiendo dinero y vivir a costillas de la caridad de las personas que creen su triste pero falsa historia.
