El auto del futuro: se conduce solo y más

Nueva York— ¿Asientos giratorios? ¿Películas proyectadas en el parabrisas? ¿Redes sociales en las ventanas? Conforme se desarrolla la tecnología de los vehículos autónomos, las empresas, los institutos de diseño y los investigadores se preguntan ¿cómo se verá por dentro el auto del futuro?
Con empresas como Google, Uber y otras más que están compitiendo para desarrollar vehículos completamente autónomos, la época del chofer encorvado sobre el volante cederá el paso a una sala de estar sobre ruedas. Sin embargo, debido a la gran cantidad de tiempo que toma desarrollar vehículos, los diseñadores ya están pensando de qué manera esa tecnología cambiará los interiores de los autos.

“Cuando la gente esté dentro de un vehículo autónomo, cambiarán sus expectativas”, afirmó Hakan Kostepen, director ejecutivo de estrategia e innovación de la unidad de sistemas automotrices de Panasonic, uno de los principales proveedores de la industria.

“Las personas van a querer que su espacio personal tenga movilidad inteligente y que los conecte con información relevante con la que puedan interactuar”, dijo.

Cuando los vehículos sean totalmente autónomos cambiará la forma en que nos sentamos, informamos y entretenemos. Si los volantes ya no van a ser necesarios, ¿cuál es la mejor manera de configurar las posiciones de los asientos? ¿Qué se debe hacer con el espacio que ahora ocupa el tablero, una vez que los vehículos se encarguen de todas las tareas de conducción e incluso decidan cuándo necesitan mantenimiento?

Estos son los desafíos que tiene la industria automotriz y las escuelas que formarán a la siguiente generación de diseñadores. Hace poco, en el ArtCenter College of Design en Los Ángeles, una de las mejores escuelas de diseño automotriz del mundo, 14 alumnos crearon nuevos conceptos para el interior de los vehículos del futuro, cuyos pasajeros ya no estarán dedicados a la conducción.

Se eligieron a participantes de muchas disciplinas, entre ellas diseño de producto, transporte y artes gráficas. Para avivar las discusiones, asistieron especialistas en los campos de composición de sonido, reacción olfatoria y hasta comportamiento animal. Los estrategas visuales del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA también pasaron a visitar.

Las propuestas fueron extremadamente variadas y las revisaron ejecutivos de BMW, de la firma de sistemas electrónicos Nvidia y de Watson, la división de inteligencia artificial de IBM.

En uno de los prototipos, las redes sociales se desplegaban en las ventanas y en un techo de vidrio. Esto crea lo que se conoce como proyección de realidad aumentada, la cual proporciona información contextual tanto de los elementos relevantes por donde está circulando el vehículo como de los próximos eventos. Cuando el auto pase por un restaurante, se desplegarán reseñas del local y sobre el edificio aparecerá la opción para hacer una reservación en línea.

Se integrarán videojuegos al entorno por donde esté circulando el auto. Los jugadores podrán disparar con “armas” hacia los edificios y después, por medio de una proyección en el vidrio, ver cómo la estructura se incendia con llamas digitales. Otro grupo concibió el interior de un vehículo como un entorno que cambia de forma constante, por medio de diferentes tipos de iluminación y temperaturas que se ajustan a los estados de ánimo y deseos por los que va pasando cada pasajero; un análisis de detección de estados psicológicos y emocionales determina esas características.

Una tercera propuesta contemplaba el uso de realidad virtual y asientos con sensor de movimientos que le darán a los pasajeros la sensación de estar conduciendo un auto deportivo, cuando simplemente estén sobre un vehículo autónomo sin mayor gracia.

Los prototipos no son una quimera –los estudiantes del ArtCenter han diseñado vehículos como el auto eléctrico i3 de BMW y el Model S de Tesla–, y van un paso más allá de lo que están desarrollando los fabricantes de los vehículos y sus proveedores, quienes deben considerar los costos, la reputación de la marca y la aceptación en el consumidor.

Panasonic es una de esas empresas, y está considerando ideas como alterar la iluminación interna de los vehículos según el estado anímico de los pasajeros o permitir que los niños pasajeros inicien una búsqueda para encontrar el lugar de estacionamiento disponible que esté más cercano.

Como los estudiantes de ArtCenter, Panasonic también quiere que haya información adicional o publicidad en una superposición gráfica en el parabrisas. La empresa se rehusó a hacer comentarios sobre la cantidad de dinero que está invirtiendo en la investigación de los interiores de los vehículos, pero señaló que era “sustancial”.

BMW está experimentando con mantener los instrumentos a una altura baja. Cuando sea necesario, el “chofer” o la persona responsable interactuará con los controles por medio de una proyección holográfica que aparecerá en el espacio que se encuentra al nivel de los ojos, con lo cual no habrá necesidad de quitar la mirada del camino mientras se ajusta la temperatura o se cambian las estaciones de radio.

Para confirmar que se registró una orden, el conductor recibirá una respuesta háptica que se transmitirá en el espacio pero, aunque sienta que está tocando el botón de un teléfono Android, el usuario no tocará nada físicamente.  Cuando el vehículo esté en modo completamente autónomo, el parabrisas se podrá convertir en un monitor de pantalla ancha que permitirá a los pasajeros ver películas. Los asientos serán como los de una sala de cine y vibrarán en sincronía con los efectos de sonido.

Los altavoces empotrados en cada asiento también incluirán tecnología de cancelación de ruido para que solo la persona que esté viendo la pantalla pueda escuchar la banda sonora, música o una llamada en progreso. Cuando el conductor tenga que tomar el control del vehículo, los pasajeros de los asientos traseros podrán entretenerse con una pantalla grande que bajará del techo.

En un vehículo autónomo, “podemos esconder la tecnología y solo verla cuando sea necesario”, afirmó Holger Hampf, director encargado de la experiencia del usuario de BMW. Hay una cosa que las automotoras no han concebido: asientos giratorios que vean hacia atrás. “Voltear los asientos puede producir mareos”, afirmó Hampf.

Panasonic y BMW están lejos de ser las únicas empresas que están desarrollando el futuro de los interiores de los automóviles. Valeo, un proveedor de autopartes con base en Francia que trabaja para General Motors y otras empresas, tiene 14 mil ingenieros trabajando en proyectos para vehículos del futuro, está contratando gente para trabajar en la visibilidad, la comodidad y la conducción de los vehículos, y cuenta con grupos de sistemas térmicos para volver a concebir los interiores. Solo el año pasado, Valeo gastó 1.6 mil millones de euros –unos 1,75 mil millones de dólares– para realizar la investigación y el desarrollo.

La empresa quiere utilizar luces para alertar y afectar a los pasajeros: una luz naranja brillante del lado derecho del vehículo mostrará un peligro cercano, mientras que una luz azul se combinará con el aire acondicionado para que el interior se sienta más fresco.

Con la inteligencia artificial, el auto aprenderá las preferencias de sus pasajeros en términos de idiomas, clima y entretenimiento, para luego modificarse a sí mismo, dijo Guillaume Devauchelle, vicepresidente de innovación en grupo y desarrollo científico de Valeo. El auto incluso podría entender si un pasajero acaba de ir al gimnasio y por lo tanto ajustaría la temperatura de la cabina.

De manera similar, Bosch, un importante proveedor alemán de autopartes, cree que los autos terminarán por ser compartidos en vez de tener un solo dueño, y por eso la empresa está trabajando en sistemas que permitirán a los vehículos personalizarse de modo automático. Un escáner ocular, la huella digital o una conexión por medio de un teléfono inteligente dará la señal al vehículo de quién está entrando para que el auto pueda ajustar de forma automática el clima, la posición del asiento, las estaciones de radio favoritas y otros atributos.

No obstante, hay un asunto importante que ya se ha confrontado: aunque se puede añadir mucho, ¿es necesario hacerlo?

“En teoría, suena genial que pueda leer correos electrónicos en la ventana de mi auto, ¿pero de verdad querremos hacerlo?”, preguntó Kostepen de Panasonic. “Un auto debe mantener el ADN de la marca a pesar de que sea totalmente autónomo”. (Eric A. Taub / The New York Times

Related Post