La jugada es insólita. El delantero Emmanuel Rivière erró un gol en el área chica, con la pelota picando y el arco libre. El arquero Alphonse Areola, del PSG, la dejó corta luego de jugarla de cabeza y el atacante del Metez, que tenía tiempo para pararla y definir, decidió pegarle en carrera y la tiró a la tribuna. Era el gol que le hubiese dado el 2-1 a su equipo, que fue goleado.