Chihuahua¬.- Derivada de una vista que dio un juez de ejecución de penas en 2018, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, CEDH, dictó una recomendación tres años después, por las violaciones a los derechos humanos cometida contra una mujer juarense en 2002.
De acuerdo con la recomendación, la mujer refirió haber sido víctima en 2002, de actos de tortura y violación al momento de su detención, por parte de elementos de la entonces Procuraduría General de Justicia, y pidió qué se le practicara el protocolo de Estambul, que le fue realizado hasta el 2019.
En el texto la mujer dice que fue detenida con violencia acusada de presuntamente haber matado a una persona, y cuando fue llevada a los separos ubicados detrás de Soriana Sanders, donde la torturaron con toques eléctricos, golpes, quemaduras de cigarro y hasta vejaciones sexuales, para que se declarara culpable amenazándola con que le harían algo a sus hijos, uno de los cuales para 2018 se encontraba aún desaparecido.
La queja fue radicada por la CEDH en agosto del 2018, pero la investigación culminó hasta junio del año siguiente, y se destaca que solicitó en cuatro ocasiones a la autoridad el informe de la revisión médica practicada a la mujer, a la postre condenada a 26 años de cárcel, pero el entonces coordinador de la Unidad de Atención y Respuesta a organismos de Derechos Humanos de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua Javier Andrés Flores Romero, tardó 10 meses en contestar desde que se le envió el primero de los oficios mencionados, habiendo transcurrido en exceso el término establecido en el artículo 33 de la Ley de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
Debido a que como delito y como violación grave a los derechos humanos, la tortura es imprescriptible, la CEDH recomendó a la autoridad iniciar el proceso de responsabilidad que proceda por la vía correspondiente y en su caso se apliquen las sanciones respectivas a los funcionarios que faltaron a su labor, así como a la reparación del daño, que sin embargo, no implica que la mujer pueda recuperar su libertad.
