En materia de derechos humanos, durante la administración de Enrique Peña Nieto el balance “no es favorable”, advirtió Luis Raúl González Pérez.
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), subrayó que este sexenio ha estado marcado por graves violaciones a estas garantías individuales y puso como ejemplo los casos Chalchihuapan, Iguala, Tanhuato, Apatzingán, Tlatlaya y Nochixtlán.
“(Esos) son sólo algunos de los nombres más representativos que marcaron la administración 2012-2018 en un momento crítico de los derechos humanos”, aseveró.
Al presentar el Informe Anual de Actividades 2017 de la CNDH en Los Pinos, el ombudsman nacional hizo un balance de la situación de las garantías fundamentales en México durante los más de cinco años de la administración del priísta, que está a unos meses de terminar su gestión.
“México no ha experimentado un cambio significativo y objetivo hacia un mayor respeto y vigencia de los derechos humanos; tampoco se ha logrado fortalecer sustantivamente nuestro estado democrático de derecho, ni se ha modificado positivamente el entorno que, cuando se inició su mandato, ya enfrentaban, de manera cotidiana millones de mexicanas y mexicanos, caracterizado por los binomios inseguridad y violencia, impunidad y corrupción, desigualdad y pobreza.”
Así lo dijo Luis Raúl González Pérez, quien subrayó que “del cúmulo de Recomendaciones o Informes emitidos por la CNDH en estos casos, si bien han sido aceptados por las distintas autoridades, tan solo una tiene actualmente pruebas de cumplimiento total, con independencia de que hayan sido dirigidas a instancias federales o estatales”.
Abundó que sin seguridad los derechos no serán vigentes.
“Si la violencia se combate solo con la violencia, se está apostando al uso de la fuerza sobre la atención de las causas que la propician y generan, y se está alejando la creación de una ciudadanía responsable, con una sólida cultura de la legalidad y los derechos humanos”, acotó.
