Unos ‘ratones mutantes’ mantuvieron sus músculos durante una estadía de un mes en la Estación Espacial Internacional y regresaron a la Tierra con apariencia de fisicoculturistas, informaron los científicos.
Los hallazgos publicados esta semana son prometedores para prevenir la pérdida de masa muscular y ósea en los astronautas en viajes espaciales prolongados, como las misiones a Marte, así como en personas en la Tierra que están postradas en cama o que necesitan sillas de ruedas.
En un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, Lee dijo que, como se esperaba, 24 ratones no tratados perdieron una cantidad considerable de masa muscular y ósea en ingravidez, hasta un 18%.
En cambio, las ocho ratonas modificadas genéticamente que llegaron a la estación espacial con el doble de músculo mantuvieron su volumen. Sus músculos parecían ser comparables a otros ratones ‘poderosos’ que se quedaron en el Centro Espacial Kennedy de la NASA.
Además, ocho ratones normales que recibieron el tratamiento ‘poderoso’ en el espacio regresaron a la Tierra con músculos drásticamente más grandes. El tratamiento implica bloquear un par de proteínas que normalmente limitan la masa muscular.
Una cápsula SpaceX devolvió a los 40 ratones en buenas condiciones en enero. Los científicos completaron el experimento justo cuando la pandemia de coronavirus comenzaba a afectar a Estados Unidos.