La FIFA no intervendrá luego de dos enfrentamientos entre jugadores y entrenadores de México y Nueva Zelanda durante su partido por el Grupo A de la Copa Confederaciones.
“Se ha verificado que no hay fundamentos para tomar medidas disciplinarias”, dijo la entidad rectora del fútbol.
Los ánimos caldeados dieron lugar a choques físicos en el último tramo del partido en Sochi, en el que México revirtió una desventaja inicial para imponerse 2-1.
Tres jugadores recibieron la tarjeta amarilla después que los árbitros declararon una pausa para estudiar los videos.