ESTA bien que el alcalde Marco Bonilla haya dicho que gobernará con perspectiva de familia y haya obligado a sus funcionarios a colocar fotografías de su familia en cada oficina, que por otro lado deberían ser privadas, pero no se entiende que a todos tiros quiera traer a un lado a la presidenta del DIF Municipal, es decir, a su esposa Karina Olivas, a quien incluso agradece de manera pública llamándola “mi vida” reduciendo a ello su participación, a ser solo una consorte que acompaña a su esposo cuando se supone tendría que estar haciendo su trabajo, aunque sea simbólico, en el DIF, o en su desempeño profesional como contadora pública que fue lo que estudió o ya viéndonos un tanto arcaicos, en la casa con los hijos y los deberes domésticos. Pero no, a diferencia de las esposas de otros alcaldes, la señora Olivas anda de aquí para allá a un lado de su esposo, en el presídium de eventos públicos donde el DIF nada tiene que ver, como lo fue en el festejo de los 300 años de la ciudad de Chihuahua o la instalación del Coplademun este lunes. El asunto no es solo una cuestión de compañía innecesaria o de que se vea mal, sino del uso de recursos públicos también, se entendería que al asistir a estos y otros eventos, el alcalde gaste presupuesto del rubro de servicios generales como viáticos, comidas y otras, pero al llevar siempre a la esposa, estos se duplicarían cuando es absolutamente innecesario.
Y otra que no quiso dejar solo a su amigo fue la síndica municipal Olivia Franco, quien luego de que saliera del Congreso del Estado se llevó a su amigo Manuel Soledad Villanueva, quien se desempeñó como director de finanzas y contabilidad y como presidente del Comité de Transparencia, aunque algunos dicen que solo se trata de devolver el favor que él le hizo allá por el 2019 al ponerla a ella como disque asesora en el Congreso con un sueldazo de casi 58 mil pesos mensuales. Quizá por ello no le importa a la encargada de vigilar que todo en el municipio se realice al margen de la ley, que su ahora “Auditor A” haya sido señalado, junto con el inefable “doctor” Jorge Issa, de no solo no tener un manejo impecable en el Poder Legislativo, sino de haberse quedado hasta con el ahorro de algunos diputados.
EL exdirigente del módulo 4, Andrés Valles Valles, detenido hace más de un año e su domicilio por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) quedara libre, y enfrentara el proceso en libertad.
El expresidente del módulo 4 y uno de los líderes del movimiento de la defensa del agua en la región se verá ante un juez federal que tiene la orden de darle salida, y luego van por los otros tres agricultores detenidos.
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