Aunque los delincuentes han dejado evidencias personales tras los actos que realizan, ni las autoridades de la Fiscalía General del Estado han acudido a investigar el hecho, y capturar a los responsables, tal es el caso de huellas dactilares, pisadas, etc.
Indicaron los padres de familia que esta semana los salones fueron dañados en dos ocasiones, e inclusive ellos se dieron la tarea de investigar y dar con los presuntos, pero la policía ya ni les contesta las llamadas.
El kínder está ubicado en la calle Mineral La Cobriza , cerca de la Vialidad Los Nogales.
“Han hecho destrozos, vandalismo, y robo en varias aulas. Hubo testigos que vieron salir a los vándalos (jovencitos en edad de secundaria), se dio el reporte policíaco, se interpuso la denuncia en averiguaciones previas, pero nada pasó”, indicaron.
“A pesar de eso, otra vez el pasado 22 de Noviembre vuelven a atacar, destrozando puertas, dañando las instalaciones y sustrayendo gran cantidad de material didáctico y académico, además de todos los expedientes de los pequeños de un grupo, por lo cual se solicitó nuevamente apoyo de unidades policíacas aproximadamente a las 8:00 de la mañana, larga fue la espera, después de 2 horas la policía aún no llegaba se les llamó unas 3 o 4 veces, y finalmente llegaron a las 10:30, hora del recreo de los niños, aproximadamente dos horas y media en llegar. Además de que también se reportó el avistamiento de una víbora negra con amarillo”, señalaron los quejosos.
“Todo quedó en el reporte. No obstante esta noche del 25 de noviembre reinciden los delincuentes a vandalizar el Jardín de niños, por lo que algunos padres de familia, hicimos llamadas al 911 y nos colgaron las llamadas”, mencionaron molestos.
Los papás señalaron también que lograron identificar a los malhechores, y dieron aviso a la policía, pero estos les señalaron que nada podían hacer. “Cabe destacar que estas intrusiones iniciaron cuando el programa de “Escuelas al Cien”, dejó al descubierto la entrada, al tirar la malla que había y dejar abiertas grandes posibilidades de entrar a cualquiera. Se les ha solicitado en varias ocasiones las rejas para proteger las aulas de estos actos aberrantes y las evidentes pérdidas del plantel, que en sí son un duro golpe al bolsillo de los padres de familia y profesorado que también pone sus propios recursos”, finalizaron.