Méxici.-“Si con una Inteligencia Artificial (IA) débil, como las que se usan en las redes sociales, se ha logrado cambiar ideas y controlar poblaciones, imagina el daño que puede haber si no se transparenta cómo se están usando los datos recopilados y cómo los algoritmos están siendo entrenados en la IA”, comenta Paul Lara, autor de Yo, Inteligencia Artificial, Ciberpunks 2023.
El libro, escrito por el periodista junto con Hassan Urióstegui, invita a hacer muchas preguntas. Actualmente, con la interconexión, dejamos una huella de nuestras preferencias, intereses y consumo de información que conecta lo humano con lo tecnológico.
Uno de los retos en la discusión que tuve con Hassan, señala Lara, era cómo comentar las amenazas y aprovechamientos en el uso de la IA sin satanizarla, explicar que, bajo una buena regulación, alineando esta tecnología con los valores humanos y con un uso ético y responsable, puede haber más beneficios que riesgos.
Como inicio, un par de servicios de la IA. “Imaginar la creación de esta Mente Colectiva, donde todos podamos participar usando esta herramienta y resolver los problemas, será de lo más destacable. Transformar los modelos educativos capacitando a los maestros y pasar de las clases aburridas a las enseñanzas activas donde la IA conduzca a los alumnos será genial”, señala Lara.
El autor de la columna Hacker agrega otra posible aportación de la IA: “La salud y la creación de tratamientos más efectivos y el impulso que puede dar a la automatización de trabajos riesgosos, donde un humanoide puede ser expuesto y no un humano, puede ser de gran ayuda”. ¿Qué pasaría, agrega, si la IA responde las preguntas mejor que yo y eso provoca suplantación de identidad?
Debe existir la manera de regular esta tecnología antes de que existan problemas graves de suplantación de identidad, asegura Lara.
Hoy vemos con qué facilidad se usa la IA para crear imágenes o videos falsos (deepfakes) para hacerle creer a una persona que, por ejemplo, un actor o un político dice cosas que no son reales. Puede que hoy nos parezca chistoso ver a Trump diciendo que ama a Putin, pero mucha gente en el corto plazo no logrará distinguir un video falso porque la tecnología mejora muy rápido. En el menor de los casos, te roban tus datos y abren una cuenta bancaria a tu nombre o extorsionan a un familiar o amigo usando tu imagen o voz, pero, ¿qué va a pasar si eso escala a un mercado de valores de un país ante una declaración falsa de un funcionario, o crear un caos por un video falso?”.
Y sobre este tema, Paul Lara profundiza: “Primero debe regularse a las redes sociales, sin olvidar la creación de los marcos normativos de la inteligencia artificial y el uso de sus herramientas. Editor de Grupo Imagen