Por La Fare
Desde que empezó como conductor de televisión era claro que Armando Cabada, tenía sus serias limitaciones intelectuales y de preparación académica, se entendía que condujera el noticiero principal de canal 44, solo por su apellido, es hijo del dueño.
Sus expresiones dejaban en evidencia que le hacia faltar leer un libro o dos, pero ciertamente terminó conduciendo de manera aceptable las noticias y hasta se atrevía a hacer entrevistas. Después de 27 años a cuadro, aprendió la rutina y se volvió una imagen cotidiana en las noches de muchos hogares juarenses.
Ese conocimiento, el ser una figura pública, sobre todo para una gran masa de población acrítica, le permitieron hacer cera y pabilo de Héctor Teto Murguía, en las elecciones del año pasado, ganó con amplio margen, muchos fueron los que salieron a votar por él como candidato sin partido, independiente, aunque ciertamente quedó en claro desde la campaña que era otro “candiduarte”.
Las tablas televisivas le sirvieron al principio para salir al paso, pero con los días, las semanas y los meses, su falta de oficio político ha quedado en evidencia; se muestra intolerante, grosero, empecinado, irascible y muy ambicioso.
El programa “Juárez Iluminado”, que originalmente suponía una deuda por 1,500 millones de pesos, se ha complicado, se ha puesto en evidencia como un meganegocio, al parecer impulsado por Rodolfo Martínez “El Güero Roma” hijo, quien suele aventurarse en la política de la frontera, aún cuando la ciudad que conoce y a la que pertenece es la ciudad de Chihuahua, pero él, siempre atento a los negocios de cualquier índole, pone sus ojos en la frontera, ya anteriormente lo trato de hacer en la administración de Teto Murguía, pero dos lesnas no se pinchan.
El asunto-negocio de las luminarias se le han complicado mucho al alcalde juarense, quien en ese proceso no cesa de enseñar el cobre y por el actual estado de la situación pareciera que la reelección no le importa o la ve lejana y se concentra en la posibilidad de hacer un gran negocio con “Juárez Iluminado”, de lo perdido lo que aparezca.
