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Ismos: Cabada, una tras otra…

 

Por La Fare
El alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada, está como el Titanic, se hunde poco a poco pero es ineluctable su destino, como calificaría Martín Luis Guzmán, el asesinato de Madero en su libro “Muertes históricas”.
Primero se equivocó con el nombramiento de Jorge González Nicolás como jefe de la Policía Municipal, repitió el error con Sergio Almaraz. El primero tenía cuatro años sin atreverse a presentar los exámenes de confianza que les exigen a los mandos policiacos, sabedor de que reprobaría con seguridad y el segundo andaba por las mismas, incluso el actual no tiene la edad que exige la ley para ejercer el cargo, pero no ha habido problemas porque quien en realidad opera en los hechos policiacos es el ex fiscal Jorge González Nicolás.
Pero el error más grave que ha cometido el “44”, como empezaron a llamarle en los mentiremos políticos, equiparándolo al “80” o al “32” (este último uno de los protagonistas principales de la matanza de Las Varas), es empeñarse sospechosamente en el plan de “Juárez Iluminado”.
En las redes los tunda bien y bonito por el tema y por la presunta complicidad en el negocio con el “Güerito” Roma, como llaman en el bajo mundo de los negocios a Rodolfo Martínez hijo, que quienes lo han aquilatado dicen que supera al padre con creces, con todo lo que ello significa.
Pues resulta que el plan “Juárez Iluminado” naufraga y los intentos de esta pareja no cesan en realizarlo, parece que en ello le va la vida y cuando parecía que habían torcido la ley para salirse con la suya, este par de buenos amigos —las complicidades unen más que cualquier cosa—, se les viene abajo lo que los críticos del proyecto han llamado “nuevo atraco” a los juarenses.
La penúltima noticia sobre el tema es que le hizo manita de puerco a los regidores, quienes lo autorizaron a comprometer los recursos del Derechos de Alumbrado Público (DAP) y todo mundo pensó que el Güerito Roma se había salido con la suya porque a él le achacan la idea del negocio.
Pues bien, cuando ya todo parecía dicho, salió  el juez Sexto de Distrito y suspendió la licitación, atendiendo a la petición de dos particulares. José Luis Rodríguez y José Márquez Puente interpusieron un amparo y tienen en entredicho lo que se consideraba en los espacio de los políticos como el gran negocios de la administración municipal, pero también el entierro político de Armando Cabada, quien al parecer está pensando en que más vale pájaro en mano que cientos volando, por aquello de que buscaría la reelección y luego la gubernatura.