Por La Fare
En las elecciones del año pasado hubo tres sorpresas, por decirlo de alguna manera: el triunfo de Javier Corral, en la gubernatura y los amplios márgenes con los que ganaron dos de los candidatos independientes, en Juárez Armando Cabada y en Parral, Alfredo Lozoya.
Los tres fueron casos muy diferentes, las circunstancias de cada uno, por supuesto, fueron determinantes y los componentes de las mismas, muy diversos. Corral ganó porque supo leer el panorama estatal, que le era favorable en todos sentidos, incluido que el PRI haya postulado al más “guango” de sus posibles candidatos, citando al clásico Pancho Barrio cuando se refería a Jesús Macías.
No es dato menor que Javier Corral fue un candidato diametralmente diferente al de 2004, elección en la que se comportó como tejido a mano o tocado por los dioses, ¡cosas de muchacho!, sólo tenía 38 años. En 2016 se vio maduro y humilde, todo indica que aprendió de la derrota. Ahora hay que esperar, citando a otro clásico, que si derrota no lo venció, no vaya a ser derrotado por el triunfo.
También el caso de Armando Cabada tuvo sus particulares circunstancias, Teto Murguía no era el candidato del entonces gobernador César Duarte Jáquez e iba por un tercer turno en la presidencia, a lo que muchos juarenses dijeron que era demasiado. Además su segundo periodo lo llevó con desgano, sin el ímpetu demostrado de 2004 a 2007. No dio para más y Cabada fue cobijado por muchos priistas molestos con Murguía Lardizábal y por el propio Duarte Jáquez, como quedó demostrado con el nombramiento de Jorge González Nicolás como jefe policiaco y su actual mando de facto de la policía juarense.
Cabada se ha mantenido en permanente campaña desde que llegó a la presidencia, pero muchas de sus acciones han mostrado el cobre, como el proyecto de “Juárez Iluminado”.
Las posibilidades de reelección de Cabada se reducen día a día, ciertamente ha repartido mucho dinero entre los medios para que le cuiden la imagen, pero ésta se deteriora inexorablemente y su reelección se ve cada día más lejana. Ha tomado muy personal el trabajo periodístico del director de noticieros de Televisa, Héctor González y su canal, el 44 y se ha dedicado a dos cosas: golpear a Corral y elogiar a Armando, lo que ha llevando a que el llamado Canal de la Noticias pierda credibilidad a pasos agigantados y que él vea cada día más lejana la reelección deseada y luego su postulación a la gubernatura.
El caso de Alfredo Lozoya es diferente, también llegó a la alcaldía con un amplio margen de votos a su favor, pero ha sabido mover muy bien el atole; es el político en ejercicio de un cargo público mejor evaluado a nivel estatal, los parralenses continúan apoyándolo en su gestión y sus posibilidades de reelección están aseguradas, salvo que le caiga un rayo o quiera iluminar a Parral y los parralenses lo noten.