Chihuahua.- De un lado de la acera el desarrollo o la representación de ese sector, del otro lado el fracaso o la imagen de lo que el gobierno provocó. Es la esquina de la calle Ocampo y Aldama, donde la Casona de un lado contrasta terriblemente con los negocios cerrados de enfrente.

Empresas de fotografía y de venta de marcos, ópticas y hasta de imágenes religiosas no resistieron el costo de la modernidad, ni supieron adaptarse a los nuevos tiempos que vivió Chihuahua tras la construcción de la ruta troncal del sistema de transporte colectivo en 2011, y se vieron obligados a cerrar sus puertas cuando se cerraron las calles para la construcción de la ruta y luego cuando los camiones de las llamadas rutas alimentadoras, ya no pasaban por ahí.

Así, toda la cuadra que, por la avenida Ocampo, va de la calle Aldama a la calle Ojinaga se encuentra en desuso, luego de haber albergado incluso, la campaña de algún candidato panista que ahí instaló su base de operaciones, luego de una larga tradición de años que los chihuahuenses acudieron a revelar y a tomarse fotografías en la esquina, donde se ubicaba Fuji, una de las sucursales que tenía la empresa Fujifilm.

Actualmente, es notorio el contraste entre ambos lados de la calle Aldama, cuando en uno se ubica la Casona, donde se dan cita los políticos para hablar del futuro del estado y donde dicen que el ex gobernador César Duarte se gastaba 80 mil pesos en una botella de vino tinto francés; y en el otro lado lo que se percibe es la imagen del abandono, de la incapacidad de los empresarios para sostener uno, o varios negocios, y de la apatía de los chihuahuenses para consumir sus productos, lo que curiosamente no ocurrió con ningún otro tramo de la avenida Ocampo, donde si bien si hubo algunos fracasos temporales como la tienda Coppel entre la calle Aldama y la Victoria, la mayoría de los locales se ha sostenido a pesar de todo.