EL delegado estatal para los programas del Bienestar, Juan Carlos Loera, ya es conocido en Morena como “El perro” ¿Por qué? Pues andaba de arrastrado por “dos tortas”, y al final se quedara sin ninguna. Ya advirtieron desde México que el funcionario se quedara sin ninguna candidatura a puesto de elección popular ya que solo ha conseguido pura división en el partido.
Son muchos simpatizantes que se han quejado de hasta amenazas de Juan Carlos Loera por qué desea que inclinen a él como un dios, aunque ese acto de soberbia es del mismo satanás.
La Senaduría por lo pronto se le fue de las manos, y la presidencia Municipal de Ciudad Juárez, literalmente ni por donde pensarla, ya que recientemente tuvo una fricción fuerte con Ariadna Montiel Reyes, secretaría del Bienestar y personaje muy cercano al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Se dice que hasta su propia sobrina, la presidenta del Comité Estatal de MORENA, Brighite Granados, ha estado generando acercamientos con el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuellar, quien logró poner a personajes claves dentro de dicho partido, esto con el fin de filtrar toda su estructura, por lo que el juarense, no tendrá problema alguno para el tema de la reelección.
EN verdad, el asesinato de José Noriel Portillo, alias “El chueco” no fue una casualidad, como tampoco la muerte de Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, conocido como «El Neto» y líder del grupo criminal Los Mexicles.
Los cadáveres de ambos objetivos prioritarios fueron exhibidos para que no quedara duda, como ocurrió también hace 10 años con Sergio Rafael Barraza. En los tres casos, sus cuerpos inertes fueron el trofeo de sus gobiernos.
Los operativos y la coordinación entre los tres órdenes de Gobierno sirvieron para acorralarlo, sobre todo el trabajo de la Fiscalía General del Estado que debilitó la actividad delictiva de su organización criminal, junto con las 35 personas detenidas en los operativos de búsqueda, así como el decomiso de armas, droga y desmantelamiento de laboratorios de metanfetaminas y fentanilo.
Por ello, la gobernadora Maru Campos salió ayer a “festejar” esa muerte, y a continuar dando el mensaje que tiene mano dura en el combate a la delincuencia y sin temor al crimen organizado, que ha asolado a la entidad por décadas. Nunca más un criminal como “El chueco”, diría también el fiscal César Jáuregui.
AYER ventilamos el jalón de oreja que recibió el rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Luis Alfonso Rivera Campos por un berrinche por qué no lo pelaron para la organización de la pelea de box de Yamileth Mercado. Se atrevió amenazar que la función deportiva más importante de los últimos años en Chihuahua se cancelaba por que el MBA estaba aparado para un partido de basquetbol, y tras un jalón de orejas, y otra amenaza más elevada, lograron que agarrara la onda. Pues todo ello, lo confirmaron gente cercana a la organización del evento, y agregaron más a esta columnilla. Resulta que el rector de la UACh está siendo odiado en las redes sociales, ya que se la pasa de tour artístico fuera del Estado, en incluso del país, y dicen que le encanta gastarse buenos viáticos. En algunas ocasiones, justifica algunos de sus excesos personales, llevándose a estudiantes para darles “mundo” y se callen la boca.
Los maestros, administrativos, e incluso los estudiantes líderes de la UACH empiezan a preguntarse a quien le debe tantos compromisos el rector, que anda como juan por su casa, sin nadie que le ponga un alto o al menos le recomienda evitar sus deseos personales.
