Los satélites y el Internet de las cosas para cambiar el mundo

El desarrollo tecnológico del mundo es enorme y no deja de crecer cada día de forma exponencial; sin embargo, todavía existen ciertos problemas en lo relativo a la tecnología de la comunicación, con millones de “cosas” conectadas a lo largo y ancho del mundo y una cantidad incontable de datos transmitidos.

Es aquí cuando los satélites entran en juego. No existe ninguna tecnología que por sí sola pueda gestionar el tráfico generado, pero los satélites aparecen como una solución muy eficiente cuya conectividad tiene un coste reducido por bit transmitido, lo que puede reportar un margen de beneficios interesante para los propietarios de dichos satélites. Además, no hay que olvidar que gracias a los proveedores de imágenes por satélite de alta resolución, los satélites proporcionan cobertura en lugares remotos o ubicaciones difícilmente accesibles y las diferentes bandas de comunicación disponibles en la red de satélites permite cualquier necesidad en lo que respecta al ancho de banda y la conectividad. 

Este despegue de la importancia de los satélites en el Internet de las cosas apenas está empezando y se estima que en los próximos años su importancia y popularidad aumente.

¿Qué aplicaciones pueden darse a los satélites en el IoT?

En la actualidad hay aproximadamente unos 3 millones de dispositivos compatibles con el Internet de las Cosas por satélite, habitualmente pertenecientes a las siguientes industrias:

Agricultura de precisión

El crecimiento de la población mundial hace que la agricultura deba producir más alimento del que produce actualmente, al mismo tiempo que se vuelve más sostenible y menos contaminante. El uso de macrodatos es parte vital de la agricultura de precisión a la hora de reducir y optimizar el uso de agua, fertilizantes y otros insumos y los servicios por satélite no sólo pueden proporcionar esos datos, sino que, además, son cada vez más necesarios. 

Minado inteligente

Una gran parte de las áreas de minado se sitúa en zonas remotas y/o lo suficientemente alejadas de las ciudades. La monitorización por satélite juega un papel clave recopilando información a distancia sobre las condiciones del área y posibles amenazas de seguridad. Además, también ayuda a controlar las condiciones en las que los trabajadores se encuentran, evaluando su salud y seguridad laboral.

Ciudades inteligentes

Las ciudades también se mueven hacia un futuro cada vez más innovador. La falta de una red de comunicación fiable puede hacer que muchas ciudades se queden atrás a la hora de ser más eficientes energéticamente. No solo eso, los satélites permiten una visión general de la ciudad que permite resolver los retos urbanos de cada distrito y comprender qué áreas tienen más potencial a la hora de montar un negocio.

Logística inteligente

A pesar de ser una industria con relativa poca importancia para la gente de a pie, lo cierto es que la logística mueve el mundo y no es de extrañar que cada vez se busque una mayor eficiencia y rentabilidad. El flujo de datos continuo de cada cargamento, sea por tierra, por mar o por aire, permite analizar qué rutas son más usadas, nuevas formas de trabajo o cerciorarse de que se cumple a rajatabla el protocolo de seguridad en cada paso.

Previsiones para el IoT

El mercado del Internet de las Cosas es cada vez más grande y se espera que para 2025 el valor de los objetos fabricados para este fin supere los 500.000 millones de dólares a escala global. Cada vez se demanda más trazabilidad y transparencia a las empresas en cada uno de los procesos de producción y gracias a los dispositivos del IoT este proceso es más sencillo de seguir, tanto por las propias empresas como por cualquier otra persona interesada en conocer dichos datos para realizar un análisis externo.

El uso de dispositivos y sensores del IoT no solo sirve para evaluar datos, también permite automatizar diferentes procesos, por ejemplo, en la gestión de inventario en un almacén o en una cadena de producción, contando el número de unidades que circulan por la cinta o descartando aquellas que tienen defectos visibles sin la necesidad de tener un operario realizando esta labor.

Gracias a estas mejoras en la cadena de producción, es de esperar que la inversión en dispositivos IoT crezca cada año y, con ello, el número de estos.

Related Post