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Marcos, el niño que ingresó a un cártel para pagar su droga, luego aprendió a torturar y mató a sus amigos

Con una infancia marcada por el encarcelamiento de su padre y un deseo por ser admirado, Marcos comenzó a los 13 años a consumir drogas, comenzó a drogarse para pagar sus narcóticos y terminó formando parte de un cártel en el que primero, aprendió a torturar y luego, por órdenes, tuvo que matar a sus amigos de su niñez.

Así lo relató Marcos, un joven que se identifica bajo ese nombre y cuyo caso quedó documentado por la Asociación Reinserta en el Estudio Niñas. niños y Adolescentes Reclutados por la Delincuencia Organizada, publicada en el año 2021.

Reinserta citó a la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) que advirtió que para 2011, la cantidad de menores de edad reclutados por el narcotráfico ascendía a 35 mil, pero para 2018 autoridades mexicanas – sin especificar cuáles – documentaron hasta 460 mil menores captados.

niños armados violencia michoacán (Foto: Cuartoscuro)Niños armados violencia michoacán (Foto: Cuartoscuro)

Marcos se encuentra entre ellos. Cumpliendo una medida privativa al momento de rendir su testimonio a Reinserta, el adolescente reveló la admiración que tenía por su papá, pese a que este estaba en la cárcel por pertenecer a una organización delictiva.

Originario de Cancún, Quintana Roo, el joven recordó que el ambiente carcelario no le era ajeno al momento de visitar a su padre en el Centro de Readaptación Social, pues incluso uno de sus tíos había estado preso al menos cuatro ocasiones por robo y narcomenudeo. Es por esta cercanía que aceptó que en su familia la cárcel era algo normal y fue tras ello, a los 13 años de edad, que Marcos comenzó a consumir drogas.

Primero fueron la marihuana y el alcohol, justo cuando cursaba la secundaria, a la cual le perdió el gusto, motivo que lo llevó a dejar la escuela y comenzar a llegar a casa alcoholizado y drogado.

Entre las prohibiciones que Marcos tuvo en un cártel, fue el de no matar niños ni mujeres. (Foto: Cuartoscuro)Entre las prohibiciones que Marcos tuvo en un cártel, fue el de no matar niños ni mujeres. (Foto: Cuartoscuro)

Marcos habló sobre cómo entre los jóvenes con los que se drogaba se encontró con una mujer que vendía la droga, quien le contó que era buscada por criminales para matarla. Él le ofreció ayuda y tiempo después comenzaron una relación, producto de la cual tuvieron una hija.

Las pandillas fueron parte de su vida y con ellas emprendió su camino hacia drogas sintéticas, como la piedra, la cocaína y el cristal. Drogas adictivas y costosas que lo llevaron a un siguiente nivel, el robo.

Con su pandilla comenzó a robar para poder comprar su droga, y según lo relató él mismo, fue también el primer delito por el cual fue detenido, junto con portación de arma de fuego, sobre la cuales tenía una afición, pues las había idealizado a través de las series sobre narcotraficantes.

“Me gustaba su vida (de narcos), lo que habían logrado, el dinero que tiene, me emocionaba decir ‘Yo algún día voy a ser como él’”, pensaba Marcos en aquel entonces.Tiempo después, conoció a una persona que trabajaba para una organización criminal, a quien le pidió ayuda para conseguir trabajo y dinero.

Marcos se inició en los cárteles para pagar su propia droga, pero terminó como sicario (Foto: Cuartoscuro)Marcos se inició en los cárteles para pagar su propia droga, pero terminó como sicario (Foto: Cuartoscuro)

A los 15 años de edad, Marcos ya buscaba ascender de rango “sicario”, para lo cual se le establecieron una serie de pruebas como atacar a un grupo criminal antagónico y después comenzar a vender droga. Con ello, llegó el adiestramiento para usar drogas, torturar, desmembrar personas y otras prácticas.

La búsqueda de mayores ingresos y el próximo nacimiento de su hija lo llevaron a tomar una decisión crucial, que fue la de cambiar de cártel. Ahí las reglas eran distintas, no se le permitía consumir drogas y se le sentenció a ser asesinado si, en caso de ser detenido, revelaba información sobre la estructura de la organización.

Otra prohibición era matar niños o mujeres, pero ahora sus tareas consistían también en secuestrar y torturar persona. Estas nuevas acciones lo llevaron a separarse de su familia e incluso a asesinar a amigos.

Un cateo en su casa derivó en su detención. La policía municipal ingresó a su casa, lo golpearon, torturaron e intimidaron para que revelara información sobre el cártel para el cual trabajaba. Todo ello, cuando tenía ya 17 años de edad.

Al momento de rendir su relato para Reinserta, Marcos estaba cumpliendo una medida privativa de dos años y medio. Con una perspectiva distinta de la vida, aseguró que buscaría ver a su hija y lamentó que la delincuencia es vendida como “lo más chin***” y en realidad es “pura soledad, tristeza y amargura”.  infobae