De acuerdo con los primeros reportes, la madre se encontraba dentro de su casa en compañía de su nuera y su nieto, cuando comenzó a escuchar ruidos extraños en el patio, por lo que al temer que se tratara de un delincuente, tomó una pistola.
Con cautela, la mujer se dirigió al lugar donde detectó el origen de los ruidos, y una vez en el sitio advirtió la presencia de un hombre encapuchado, por lo que sin dudar disparó el arma en su contra, con tan buena puntería que le dio en pleno rostro.
Una vez que vio al presunto delincuente abatido, su nuera y ella se percataron que no se trataba de un ladrón, sino el hijo de la mujer, por lo que de inmediato salieron a la calle en busca de ayuda, pero ya era demasiado tarde.
Para cuando llegaron las autoridades municipales de Mazatlán e integrantes del Ejército el hijo ya había fallecido.
Familiares de quien fue identificado solamente como Santiago, relataron a las autoridades que era una persona muy bromista, pero nunca pensaron que podría llegar al extremo de asustar así a su madre.
Hasta el momento se desconoce la condición jurídica de la mujer, pues el hecho se produjo por una supuesta broma que se salió de control por parte de la víctima.