Méxicanas mantienen primer lugar mundial en infidelidad

Agencias.- Tinder y otras app para conocer personas, incluido el apartado «Parejas» de reciente creación en Facebook, así como los sitios de citas Ashley Madison o Second Love se han posicionado rápidamente entre el gusto de los usuarios de Internet porque permiten relacionarse con otros e incluso entablar relaciones alejadas de sus parejas amorosas.

El vocero de Second Love para Latinoamérica, Matias Lamouret, indicó que «a nivel mundial, al menos 200 millones de personas utilizan los servicios de citas digitales cada mes.

Internet es la segunda forma más popular para conocer a otras personas ya sea para empezar una relación amorosa o para tener un amorío extra-matrimonial, ya que está alcanzando rápidamente a las presentaciones entre amigos o conocidos en el mundo real».

Lamouret señaló que entre los participantes en estos sitios: «Es una regla general conocida en el mundo de los dating sites que el 30% de los usuarios de las redes sociales que declaran ser solteros están actualmente en una relación».

A nivel Latinoamérica, el país más infiel supuestamente es Colombia. Le siguen Brasil, Argentina, México, Chile y en último lugar Uruguay.

7 de cada 10 usuarios del sitio de citas, Second Love, confesaron que prefieren tener una aventura con personas desconocidas, porque así no interfiere con su relación de pareja actual, es más fácil de ocultar y pueden acabar en cualquier momento.

“Pero no me acuerdo, no me acuerdo, y si no me acuerdo, no pasó…”. Así canta Thalía una canción cuya estrofa podría ser de gran utilidad para muchas mujeres mexicanas.

En 2014, el estudio realizado por el portal AshleyMadison.com mostraba que México ocupa el primer lugar en infidelidad femenina.

El estudio  indicaba que hasta 44% de las mujeres de nuestro país han tenido relaciones extramaritales, muchas de ellas utilizando el Internet para contactar pareja.

Y también que la mayoría de las mujeres buscaba, al igual que los hombres, relaciones sin compromisos que no atenten contra sus matrimonios, aunque sí pretenden recibir regalos y acudir a hoteles y restaurantes buenos y costosos.

El estudio de este 2019 de “The Good Wife”, del sitio web de citas para casados Ashley Madison sostiene que las mexicanas siguen tomando el liderazgo en ser infieles.

Según esta encuesta, las mujeres del país toman la decisión de tener más parejas extramaritales contra las del mundo entero.

Nuevos datos desestiman conceptos erróneos sobre la infidelidad femenina: 68% de las mujeres están libres de culpa cuando se trata de vivir su romance y 58% de las mexicanas lo reafirman.

Esto revela la otra cara de la infidelidad femenina: 92% de las mujeres cree que se enfrentan a críticas peores y más frecuentes que los hombres por tener encuentros extramatrimoniales.

Víctor Hermosillo, director de comunicación de Ashley Madison para América Latina señala que “a diferencia de otros países, las mujeres mexicanas hoy toman muy en serio vivir su sexualidad de forma libre y sin complejos”.

El estudio, realizado a dos mil mujeres que forman parte de Ashley Madison, reveló tres aspectos clave con respecto a la infidelidad femenina en nuestro país.

El primero es sorprendente: las mexicanas han tomado la delantera en infidelidad.

Cuando se les consultó sobre el número de parejas sexuales que han tenido en el mismo periodo que otros países, la mexicana tiene más encuentros, con 10, mientras que las demás nacionalidades están muy por debajo, con un promedio de 5.7.

Las mujeres encuestadas ven el valor en una pareja de toda la vida, especialmente cuando se trata de la crianza de los hijos, siendo para 43% de las encuestadas una fuerte razón por la que aún están casadas.

Sin embargo, las mexicanas piensan diferente y 19%, número superior al resto del mundo, menciona que esto no es una razón poderosa, pues viven separadas o en divorcio.

La mayoría de las mujeres describieron su matrimonio como algo importante, donde no hay sexo, por lo que 76% admitió sentirse sexualmente descuidada en su relación matrimonial.

Un 47% de las mujeres reveló que rara vez o nunca recibe sexo oral de su cónyuge y 40% rara vez o nunca alcanza el orgasmo.

En promedio, las mujeres tienen su primera aventura siete años después de su matrimonio.

Además, la encuesta reveló que de 74% de las mujeres que todavía aman a su cónyuge, no necesariamente se sienten excitadas por su pareja. De hecho, 64% afirma que no se sienten atraídas por su cónyuge en absoluto y citan el “cambio físico” como el principal catalizador de su romance extramarital. ¡A dieta todos!

Las mujeres identifican el experimentar sexualmente, la frecuencia en el sexo y la novedad como las tres principales razones por las que el sexo extramatrimonial es mejor que el conyugal.

El segundo aspecto importante que revela el estudio es que las mexicanas ven la infidelidad como una herramienta para tener un matrimonio feliz.

Más de 70% de las mujeres ha considerado el divorcio o la separación, pero los datos sugieren que no tiene ninguna intención de salir de su matrimonio, y es que las mexicanas tienen encuentros extramaritales, y a su vez, preservan sus uniones, alejándose así del cansado y costoso proceso de ruptura.

La encuesta reveló que la infidelidad para las mexicanas les ha permitido sentir menor tensión (43%) e incluso, hasta más frecuente y mejor sexo (40%) con su marido.

A diferencia de las brasileñas, las argentinas e incluso las canadienses, las mexicanas mencionan que, aunque es moralmente incorrecto tener un amorío, 58% se siente libre de culpa cuando se trata de vivir un romance extramarital.

El tercer aspecto revelador es que las mujeres mexicanas se sienten menos atractivas para sus esposos. Un 75% se sienten menos atractivas y han mencionado (44%) que es en cada encuentro sexual con su pareja extramarital donde tienen orgasmos la mayoría de las veces.

Según los datos, el mejor sexo que han tenido estas mujeres proviene de la infidelidad, seguido de sus años solteros y, en tercer lugar, su matrimonio. Las cifras apuntan que, entre las edades de 40 y 49 años, las encuestadas reportan un mayor número de parejas sexuales y el sexo más satisfactorio.

De acuerdo con Víctor Hermosillo, “para las mujeres la monogamia se ha quedado corta; el camino de la infidelidad ha resultado fructífero, manteniendo intacta su relación primaria”.

Esther Perel, psicoterapeuta y autora del libro The State of affairs: Rethinking infidelity, señala que “las infidelidades son, en su mayoría, actos de rebeldía, ráfagas de vitalidad, libertad, descarga de las restricciones de la vida”.

Muchos sentimos que somos completamente felices con nuestra pareja, la amamos, pero ocurren diversas situaciones que hacen que tomemos una decisión que termina por derrumbar todo lo que hemos construido.

Hay quienes han hecho de la infidelidad un estilo de vida, pero no necesariamente lo hacen para lastimar a su pareja.

Desde luego que en esta práctica los hombres han tomado la batuta por años; así lo demuestran diversos estudios sobre el comportamiento humano a través de diversas épocas, o al menos, eso creíamos. Y es que las mujeres suelen ser más discretas; claro, aparte hay que tomar en cuenta que en algunas sociedades, la infidelidad femenina se castiga con la muerte, aún hoy en día.

Otra encuesta de la Universidad de Sunderland, en Reino Unido, reveló que 73% de las británicas opina que un beso en la boca fuera de la pareja es engañar, idea que sólo compartió 49% de los varones.

Del beso pasamos al sexting, práctica que consiste en enviar mensajes o fotografías de contenido sexual explícito por teléfono. Sobre esta modalidad, 80% de las féminas tuvieron claro que cuenta como infidelidad, situación que sólo compartió 38% de los hombres.

La situación se empareja cuando hay sexo de por medio: 94% de las mujeres y 89% de los hombres llamaron infidelidad al hecho de que su pareja mantenga relaciones sexuales con otra persona.

Expertos en el tema señalan que el hombre siempre ha vivido con más libertad el sexo y lo ha separado del compromiso o del amor, mientras que las mujeres suelen sentir desde otros lugares, y no sólo desde lo genital; es que muchas opinan que la intimidad física no es necesaria para provocar sentimientos de infidelidad emocional.

En esta época en que todo es mucho más abierto, las parejas tienen que cuidar más las relaciones. La fidelidad es de quien la trabaja.

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