Nomina Bienal Nacional de Arquitectura a la Quinta Carolina

La Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana lanzó la convocatoria para participar en la Bienal durante los primeros meses del año, con el objetivo de identificar las mejores obras, publicaciones, investigaciones y tesis hechas por arquitectos mexicanos.

El arquitecto Luis Fernando Armendáriz Ledezma, coordinador desde hace ocho años del proyecto de restauración y rehabilitación de la Quinta Carolina a través del Instituto Chihuahuense de la Cultura, explicó que la convocatoria incluye diversas clasificaciones y la Quinta se inscribió en la de «Restauración», aspirando al premio Carlos Flores Maríni. El concurso nacional cuenta con dos reglas básicas, la primera, fue apegarse a la presentación de cuatro láminas que plasmaran el desarrollo del proyecto; la segunda, es el envío de fotografías que documentaran dicho proceso. La convocatoria permitía la participación individual o en grupo, y el objetivo era reconocer los mejores trabajos que se hicieron entre los años 2015 y 2016, ya sea de forma particular, o desde alguna institución.

Al final, las láminas entregadas formarán parte de una publicación en formato de libro con todas las obras que participaron, lo cual significó un reto: «había que contener 8 años de trabajo intensivo, mas otros 12 de trabajos de conservación, en muy poco espacio», comentó el responsable. “Fue un trabajo de curaduría muy extenuante donde había que seleccionar el material más valioso y todos estos años de registro y documentación arrojaron material importante para que la gente pueda conocer a detalle el proceso que se ha llevado con el inmueble”, puntualizó Arméndariz.

La Quinta Carolina tiene un valor que la distingue, no sólo por el trabajo de recuperación de un monumento histórico, sino por el producto y los servicios culturales que ofrece. Es un proyecto al que se le han invertido más de 60 millones de pesos, derivados de cinco etapas de gestión de recursos diferentes, realizadas concienzudamente a lo largo de ocho años de trabajo consecutivo, siempre con un enfoque multidisciplinario en el que han participado más de 2 mil personas directa o indirectamente, entre arquitectos, ebanistas, restauradores, canteros, albañiles y otras ramas de personal especializado, lo cual se ha convertido en un nicho de oportunidad para generar nuevas fuentes de empleo.

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