«Nunca tuve suerte con los hombres, pero las tortillas me salen muy ‘guenas’…tengo un comalote»

Noticias de Chihuahua  (POR: Mayré Gómez).-.- A las 3 de la mañana suena el despertador y es hora de levantarse. Toñita, prende el agua para comenzar a amasar varios kilos de harina y de paso tomarse un café. Ella hace tortillas y las vende afuera de un banco que está en el Boulevard Fuentes Mares y Pacheco. h.

Para las 6 de la mañana tiene tortillas y pan ranchero listos en las bolsas. Es hora de agarrar camino y se va a la parada del camión. A más tardar a las 7 de la mañana, ya está en el punto de venta y ahora si a esperar que se venda lo que lleva, sino será mercancía perdida y dinero que no podrá recuperar.

 


Toñita de 72 años de edad, delgada, cabello blanco, encorvada por la edad y el arduo trabajo. También sus ojeras están muy marcadas en su tez clara, y al sonreír las arrugas se le notan más. Esa es la mirada que descubre el cansancio.

Este domingo eran las 12 del día y las ventas iban muy mal.

REPORTERA: Buen día, ¿Cómo van las ventas?

TOÑITA: Muy mal seño, y tengo mucha hambre. ¿Va a entrar a la tienda?, ¿si no es mucha molestia, me podría traer un burrito o algo para desayunar?

Minutos después, casi se atragantaba la comida. Daba bocado y platicaba al mismo tiempo. Se notaban las ganas que tenia de hablar con alguien.

TOÑITA: Yo soy solita. Usted ¿de quién es hija? ¿de Doña Lola o de Socorrito?

REPORTERA: No Toñita, no soy hija de ellas.

TOÑITA: Aaaaah. Pos mi mamá murió hace 24 años, el día de la Santa Cruz. Después mi papá y hace poco mi hermana. Me dejaron una casa por allá, así como camino pal Cerro Grande. Mi amá me enseño a hacer las tortillas y de eso vivo. Yo nunca me case oiga, pos (sic) no tuve suerte con los hombres. (se sonroja, sonríe y se tapa la cara). Es que me daba mucha pena cuando se me acercaban y si me gustaban, pero pos, así me quedé. Sola y sin hijos ni nadie conmigo. Recibo la pensioncita del Peje, pero también tengo que trabajar para salir adelante y cuando me enfermo comprar mis “medecinas y el gasnnn” (sic).

REPORTERA: Y hoy ¿Cómo va la venta?

TOÑITA: Mal oiga. Entonces ¿usted es hija de Doña Lucero? la prima de Doña Ludivina, la de la tienda de la esquina.

REPORTERA: No Toñita, tampoco.

TOÑITA: Aaaaaah y como le iba diciendo, he vendido muy poquito y mire ¡toque las tortillas! No son de máquina, están muy “guenas”, yo misma las hago. Tengo un comalote para cocerlas. Hago tortillas de harina normales y estás que son más grandotas y pan ranchero y ahora hasta chicharroncitos compre para vender. Aaaa ya se, ¿usted es hija de Doña Consuelo, la prima de la comadre de mi ama?, allá rumbo pa´ Cuautémoc?

REPORTERA: Mmmmmm, si Toñita, le atino.

TOÑITA: Andeleeeeee, ya sabia yo que no me podía fallar. Y ¿Cómo está su mamá? Salúdemela, dígale que venga a comprarme tortillitas, que están muy “guenas”. Me va a dar mucho gusto saludarla.

REPORTERA: Si yo le digo (pero pensé “pues va a estar difícil, porque mi mamá ya descansa en paz y la verdad a mí me gustaría vivir mucho tiempo más”). Cuando la vea le paso su recado con mucho gusto.

TOÑITA: Recomiéndeme con todos para que vengan a comprar, pero, ayyyy esteeeeeee… “Me da vergüenza que digan que yo dije, mejor dígales que usted dijo”.

REPORTERA: Si claro. Ya me voy Toñita, que venda mucho y ahorita comienzo a recomendarla.

TOÑITA: Si ándele, que vengan para que me compren y poderme ir pronto y no hasta la noche porque, con estos “aigronasos “ (sic), casi se la llevan a uno.

REPORTERA: Adiós Toñita.

TOÑITA: Si que Dios la cuide y la lleve con bien, y a su mamá también.

REPORTERA: Gracias.

 

MÁS HISTORIAS Y RELATOS: 

Related Post

Leave a comment