RESULTA que el nepotismo, malos tratos y abuso de poder…tiene familia, y son los Ledezma Heredia. Todo avalado por el ‘Maestro’ Adrián Lui.
Según la denuncia, en dicha subsecretaría parece un “juego de tronos”… pero sin tronos, solo con puestos clave repartidos como si fueran herencia familiar.
Los protagonistas de este culebrón burocrático son, Yessica como Directora de Desarrollo, sin experiencia ni conocimientos requeridos (según nuestros anónimos indignados).
También su hermana Itzamara, como jefa del Departamento de Redes (¡qué casualidad!). No puede faltar el primo Tadeo, un mecatrónico que lo pusieron como desarrollador, y, al parecer, también jefe de malos tratos.
Y todo esto, avalado por el “Maestro” Adrián Lui, quien les da su bendición mientras el personal sufre.
No todo acaba en esa nómina familiar, pues Yessica trae un vehículo oficial que lo uso peor que Uber, y en ratos se lo presta al primo para darse un vuelteón, mismo que no lo pueden poner a chambear, pues se enoja el muchacho.
La confianza total es que nadie los tocará… ¿Será que tienen un escudo de nepotismo nivel 100?
¿Hasta cuándo seguirá este “reality show” de favoritismos y abusos? Porque, al ritmo que van, pronto tendrán su propia telenovela: “La Plataforma de los Heredia”.
¿Alguien más quiere audicionar para este elenco privilegiado? O mejor… ¿Alguien que los audite?
LOS vecinos de la colonia Plomeros ya no saben qué hacer para hacerle entender al director de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento de Chihuahua (JMAS) que el problema de la falta de agua está afectado en la salud amuchas familias, sobre todo niños y adultos mayores.
Ese tal Alan Falomir Sáenz no ha querido darles la cara a los colonos, quienes tienen casi dos meses sin una gota de agua. Señalan que han acudido repetidas ocasiones con ese tal Alan, pero no los recibe. De igual manera tienen más de 50 reportes al 073 de la JMAS, y nada ocurre.
“Estamos desesperados porque ya no sabemos a dónde recurrir. En la calle hay niños, adultos mayores incluso personas con diabetes las cuales la situación ya está afectando su salud”, indicaron.
El escrito que le han mandado en repetidas ocasiones al titular de ese organismo señala que en la calle 612, en el tramo que se encuentra entre calle Justiniani y el puente de la 20 de noviembre, no les llega el vital líquido desde hace ocho semanas.
Indican estar conscientes que sobre la época de reducción del abastecimiento de agua debido al clima, pero no han tenido nada de suministro de agua y se presentan problemas con algunas personas de la asistencia telefónica, ya que al marcarles les cuelgan, insultan y se les trata con actitudes soberbias y burlonas.
Ahora están padeciendo problemas de salud, ya que es muy complicado mantener una higiene correcta, lo cual desencadena problemas en niños y adultos de la tercera edad.
EL problema de la falta de agua es un caos en toda la ciudad, pero donde está la verdadera ‘esencia de recluso’ es en el penal de Aquiles Serdán.
Desde hace más de una semana en cada rincón del sistema penitenciario, el lujo y el confort alcanzan niveles inalcanzables, pues la higiene es tan opcional como la inocencia de algunos de sus huéspedes.
Los baños están decorados con ese toque vintage de suciedad acumulada y aromatizados con olor a pozo séptico y axila de político en mitin electoral.
Los reclusos, convertidos en expertos en ahorro extremo, han aprendido a vivir sin ese líquido transparente que algunos llaman “agua”. ¿Para qué desperdiciarla en trivialidades como lavarse las manos o tirar la cadena, cuando pueden guardarla como un tesoro… que nunca llega?
Las autoridades, siempre atentas al bienestar de su selecta clientela, aseguran que están trabajando en ello llevándoles pipas, pero no son suficientes.
En definitiva, este penal de Aquiles Serdán no es una prisión, es una experiencia. Una donde el único privilegio es recordar cómo era la vida cuando el jabón y el agua todavía eran socios.
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